"We don't need no edu ation! We don't need no thought control! No dark sarcasm in the classroom. Hey, teacher, leave them kids alone!", son los versos repetidos por quince chicos del colegio Santo Domingo Savio, de la villa La Cava, y otros 18 alumnos del Colegio Madre Teresa, de Virreyes.

Esos versos, cargados de sentido, los repitieron a lo largo de los nueve shows que dará Rogers en Buenos Aires, y la dinámica fuer alternar un colegio con otro. En la segunda noche fue el turno de los del colegio Santo Domingo, mientras que en el primer show subieron al escenario los alumnos de Madre Teresa.

Ellos, como todo niño, necesitan educación para cambiar su realidad, para romper el muro, y profesores comprometidos como los que se dedicaron a enseñarles la coreografía y a explicarles algo del mensaje de The Wall.

Los elegidos tienen entre 11 y 16 años y pertenecen a barrios carenciados del Gran Buenos Aires. Para formar parte de este grupo de privilegio era requisito no saber bailar, o por lo menos no haber recibido formación en baile.

La organización de los conciertos repartió varios CD con la coreografía para facilitar los ensayos. Pero los pasos fueron modificados.

Para Racu Sandoval, voluntario de Mundo Invisible, además de ser una oportunidad de ofrecerles a estos chicos un momento único, de disfrute pleno, es una posibilidad de mostrar otra cara de los habitantes de estos barrios.

"Virreyes, La Cava... siempre son noticia por cosas negativas. Queremos que salgan en los medios por algo positivo." Y enseguida agregó: "Este tipo de acciones ayuda a generar nuevas inquietudes en los chicos. De acá nos vamos con la obligación de darles herramientas para que estudien, perfeccionen sus talentos como el baile o la música. Nosotros ponemos en foco realidades, damos visibilidad a ciertas cuestiones. Después, la ayuda llega".