Se realizó el sábado 10 de Diciembre la visita “Cada medalla tiene su brillo”, dentro del programa “¡Descubrí la Quinta!” que se lleva a cabo en Los Ombúes [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro] junto al Centro de Guías de Turismo de San Isidro.
La visita, centrada en la magnífica colección de 38 medallas acuñadas en 1910 en honor de las damas patricias (perteneciente a la vecina Ana Miles Ayerza, en préstamo en este Museo) contó con la presencia entusiasta de numerosos miembros de la Asociación Damas Patricias Argentinas “Remedios de Escalada de San Martín”.
En el comienzo de la actividad la guía Ivonne Rousset de Tedesco, se refirió a las características y orígenes de monedas, medallas y condecoraciones, testimonio mucho más durable que los papeles: “La medalla surge como elemento de distinción o de condecoración, o para recordar un hecho importante o una personalidad. Y son tres ciencias auxiliares de la historia, la de la moneda se llama numismática, la que separa y va exclusivamente a las condecoraciones, recibe otro nombre y surge recién como tal en el año 1937 en Checoslovaquia, se llama laurística, y la medallística que refiere a las medallas”, dijo la guía.
Al término de la visita, la Presidente y Vicepresidente de la Asociación Damas Patricias Argentinas “Remedios de Escalada de San Martín”, Bety Andrés de Livingston y Florencia Grosso de Andersen, hicieron entrega a la arquitecta Marcela Fugardo, directora del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal “Dr. Horacio Beccar Varela”, el libro de reciente edición Patricias (1911 – 2011), para la Biblioteca de la institución.
La Asociación Damas Patricias Argentinas “Remedios de Escalada de San Martín” fue fundada en 1911 por Rosa Rodríguez Oliden en Buenos Aires con señoras descendientes de próceres de la Independencia y la Organización Nacional.
Hoy realiza numerosos homenajes, entre ellos la entrega de la medalla al mejor compañero en los Liceos Militares de nuestro país. Sus actividades están inspiradas en las mujeres de Mayo de 1810 y de todas las que continuaron con la noble misión de honrar a los argentinos que nos precedieron y que sentaron las bases de nuestra nacionalidad.
Al lado de cada valiente ciudadano o soldado, hubo una mujer que lo impulsaba o lo esperaba, haciéndose cargo de la casa, de los hijos y de los problemas económicos, mientras otras, más aguerridas, los acompañaron en las acciones militares haciendo gala de valentía y entereza.
