A doscientos años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento se realizó en la tarde del miércoles 2 de Noviembre en el Museo Biblioteca y Archivo Histórico Municipal "Dr. Horacio Beccar Varela" [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro] una conferencia a cargo de la historiadora y escritora, María Sáenz Quesada, con el título "Sarmiento, pasado y futuro del país".
"Siempre es alentador saber que se puede volver sobre la historia para dar lugar a proyectos superadores, para buscar aliento", señaló la directora de la entidad organizado, arquitecta Marcela Fugardo, al presentar a la prestigiosa historiadora en su segunda visita a esta histórica casa.
"A mi me gusta recordar a Sarmiento -dijo Sáenz Quesada- en algo que siempre me resultó muy emotivo que es la visita a San Luis donde él enseñó a la edad de 15 años, cuando acompañó a su tío durante una temporada. En esa zona minera Sarmiento empezó allí a enseñar a los más pobres, chicos y grandes, iniciando una revolución pacífica, educativa".
Otro lugar de memoria vinculado a Sarmiento es la zona donde mataron a Facundo, donde esa historia que cuenta en Civilización y Barbarie, un poco desmesurada, con muchos elementos que no son verídicos, forman parte de la memoria colectiva.
Para Sarmiento, que fue tuvo grado militar, que fue escritor famoso, que fue presidente de la Nación, la educación fue central. Por eso cuando llega a la presidencia en 1868 y no tiene apoyos en Buenos Aires, con la Guerra del Paraguay, con la guerra en Entre Ríos, con los ranqueles en el sur, la fiebre amarilla, deudas, sin embargo desarrolla una importante tarea educativa basado en un objetivo personal a pesar de todo.
Sarmiento impulsó la creación de miles de escuelas, cien bibliotecas por todo el país, el observatorio astronómico en Córdoba. Se trata de acciones que ubican a nuestro país en un lugar de privilegio a pesar de todas las dificultades y le permite competir, por ejemplo, con Brasil donde el analfabetismo era del 50%, mientras en la Argentina había llegado al 14% fruto de la obsesión por la educación de Sarmiento.
Sarmiento en 1850 escribió Recuerdos de Provincia en un momento de cierta plenitud. Acababa a cumplir 40 años, ya había hecho su viaje iniciático por Europa, se había casado con Benita Martínez Pastoriza.
A través de sus escritos en libros y artículos Sarmiento se convirtió en un sociólogo, un observador de la realidad social de su tiempo, describiendo cambios que pasan desapercibidos para otros.
La trayectoria de este polifacético hombre da muchas miradas "en las cuales es posible verlo acertar, errar, cambiar, pero siempre nos resulta apasionante ver su forma de expresión", señaló la historiadora.
Civilización y Barbarie, otra famosa obra de Sarmiento es calificada como una novela histórica, como ensayo, donde geografía, historia, población, costumbres, política aparecen mezclados con una fuerza descomunal.
Luego está Viajes, un libro que muestra cómo veía el mundo de aquel tiempo a la Argentina. Es en este libro donde queda reflejado un fugaz encuentro con Mariquita Sánchez con quien luego mantendría una profusa correspondencia, las intensas sensaciones que le provocó Brasil y que el modelo prusiano de educación, motivación principal de su periplo, no era de su agrado, ya que le parecía demasiado rígido.
Luego se enteraría que en Boston (EE.UU.) hay un experimento que lleva adelante Horace Mann (el padre de la educación pública de América), que busca una educación popular y gratuita. "En Estados Unidos la gente común sabe leer y se entera de los avisos de trabajo por los diarios, hay un mercado nacional, hay circulación de personas, mercancías, hay comercio por los grandes ríos, hoteles". Y es ahí donde Sarmiento encontró el modelo -el de Mann- que le interesó traer a nuestro país entre otras cosas porque la educación permitiría darle una salida laboral a las mujeres, algo que preocupaba al eterno educador.
Esta idea de mujeres que se educan, que avanzan, es algo que le atrae sobremanera a Sarmiento. De ahí que no sea extraño saber que tuvo algún contacto con Louise May Alcott, la autora de Mujercitas, la novela que refleja las experiencias de cuatro jovencitas en Concord (Massachusetts), en cuya casa, hoy convertida en museo, hay un ejemplar de la primera edición de Facundo.
Otro aspecto que le interesó a Sarmiento fue el del trabajo de la tierra para los inmigrantes, algo que introdujo como legislador de Buenos Aires en 1850. Luego, en la década del '70 en Santa Fe y en Entre Ríos las muchas maquinarias agrícolas incorporadas son muestra su interés por el desarrollo.
Cuando Sarmiento escribe Recuerdos de Provincia lo hace en Chile, donde estaba exiliado, explica sus orígenes -mostrando con ello la necesidad imperiosa del progreso- y, al mismo tiempo, se pondera en sus puntos de vista como cualquiera en su autobiografía.
Sarmiento, de quien generalmente sólo se recuerda a su madre Paula Albarracín, tuvo un padre presente y que, según un curioso documento hallado recientemente, pidió a las autoridades de su tiempo cuando Domingo Faustino era un niño que se construyera una plaza para que él estudie "porque creo que es un niño que va a ser alguien en América".
Es en Recuerdos de Provincia que Sarmiento cuenta cuál fue el primer libro que leyó, una biografía sobre Cicerón, y cuál fue el segundo, la biografía de Franklin. "Era pobre como yo, vivía en un remoto rincón del país, se fue haciendo a sí mismo a través del estudio y pudo ser alguien". Ese fue su modelo.
Concluyendo su exposición, la historiadora recomendó leer, o volver a leer, Recuerdos de Provincia, obra que refleja el interés constante de Domingo Faustino Sarmiento con el progreso basado en la educación, oponiéndose a JuanManuel de Rosas en su visión del país. Un camino que utilizó en aquellos tiempos para presentarse y ofrecer su propia historia por un proyecto superador.
María Sáenz Quesada es historiadora, profesora, investigadora y escritora, es miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Nacional de la Educación.
En su trayectoria como docente ha sido profesora titular de Historia de América Latina y ha dictado conferencias y cursos de su especialidad en el país y en el exterior.
Además, Desde dirige la revista fundada por Félix Luna, "Todo es Historia". También, suele colaborar con notas en los diarios La Nación y Perfil.
Como escritora publicó "La República dividida"; "Los Estancieros"; "Mujeres de Rosas"; "Mariquita Sánchez, vida política y sentimental"; "La Libertadora" y "De Perón a Frondizi", entre otros títulos.