Victoria Ocampo tuvo una gran pasión por las plantas y los árboles. El libro “La Victoria de los jardines”, de Sonia Berjman, se sumerge en esta poco conocida faceta de una de las intelectuales argentinas más importantes de la historia argentina.
A través de fotografías, textos, documentos históricos y testimonios directos de testigos calificados, “La Victoria de los jardines”, sintetiza la historia cultural del país a lo largo de buena parte del siglo XX, desde un ángulo raramente explorado: el de los jardines como epicentro y estímulo para el intercambio permanente y el diálogo de culturas, que la creadora de “Sur” alentó a lo largo de toda su vida.
Es que Victoria, establecía una relación de gusto y afecto con sus jardines, como Villa Ocampo, en San Isidro, Villa Victoria, en Mar del Plata, el de su casa cubista en Palermo Chico, los de su infancia, e incluso los de otras propiedades que la alojaron.
Así, Victoria se apropió de casas y jardines que, gracias a su intervención, pasaron luego a la historia.
Sonia Berjman, reconocida investigadora e historiadora de jardines y paisajes, autora de numerosos libros de referencia sobre su especialidad y asesora ad honorem del Proyecto Villa Ocampo/Unesco para la Recuperación de la Casa-jardín recoge y ordena los textos, las ideas, la poesía que hay en los jardines y paisajes que Victoria Ocampo, amó, cuidó y defendió, a lo largo de su fecunda vida.
Dice Berjman de la escritora que era una “jardinera de los sentidos” y que las plantas de sus jardines, antes que un nombre, eran perfumes, texturas, sonidos y colores que acompañaban su existencia. Pero también era una “jardinera del intelecto”: el mundo vegetal fue su gran referencia o refugio al momento de escribir.
Sus jardines tienen, además, un plus dado por los visitantes del mundo cultural que caminaron por sus senderos, se sentaron en sus bancos bajo los árboles y pensaron, escribieron y discutieron temas relevantes para el devenir cultural de la humanidad.
Como decía Victoria Ocampo, sus casas no tenían para ofrecer más que pasos y voces. Pasos y voces de personalidades como Rabindranath Tagore, José Ortega y Gasset, Pierre Drieu de la Rochelle, Albert Camus, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Rafael Alberti, Roger Caillois, André Malraux, Indira Ghandi, Giselle Freund, Waldo Frank, Krishnamurti, Igor Stravinsky y Saint Exupéry, entre otros. Con ellos, Victoria recorría el jardín y les presentaba por su nombre cada planta, cada árbol, cada flor, cada pájaro.
Editado por Papers en el marco del Programa Cultural Petrobras, ilustrado con las acuarelas de Cristina Coroleu, con gran cantidad de fotos y dibujos inéditos, el libro cierra con un anexo botánico a cargo de Ana María Ricciardi, que incluye la descripción de cien de las plantas más cercanas a Victoria.
Ella cuidó y preservó muchos árboles plantados por sus mayores. Tuvo compañeros de toda su vida, a los que dedicó libros. Por ejemplo, al algarrobo de la Quinta Pueyrredon o al eucalipto de Villa Ocampo (Al amigo de toda la vida, al eucalipto que está frente a la ventana de mi cuarto, en San Isidro).
Fiel a su espíritu vanguardista, también se sumó a las modas de jardinería, tal como lo hizo en arquitectura cuando adhirió a los postulados del Movimiento Moderno y de Le Corbusier. Es por ello que aparecen en sus jardines los arbustos, las nuevas enredaderas y los cactus.
El gran aporte de Berjman es mostrarle al público esta faceta bastante desconocida de una mujer adelantada a su tiempo, y haber recopilado de su vasta obra todo lo referido a jardines y paisajes. En sus escritos se encuentran desde páginas inspiradoras del valor de los jardines y las plantas hasta cartas de lectores a los diarios defendiendo los árboles en peligro o proponiendo la creación de nuevos parques.
“La Victoria de los jardines” deja al descubierto, con fina sensibilidad, la fibra de una mujer dispuesta a pelear por los naranjos de San Isidro, por las barrancas del Río de la Plata, por los árboles de Buenos Aires, por los gomeros de la Recoleta, por el Rosedal, en tiempos en que nadie hubiera sabido decir muy bien qué significa la palabra ecologista.