Una de las principales causas de muerte en el mundo, el tabaquismo, es un asesino implacable que actúa en cuestión de segundos. Eso se desprende de un informe presentado en Nueva York por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuyos datos son alarmantes: anualmente mueren 5.400.000 de personas por efectos del consumo de tabaco, una cada seis segundos.
Mientras tanto en la Argentina y en el resto del planeta uno puede acercarse a un kiosco y comprar el elemento necesario para autoflagelarse: un paquete de cigarrillos. A través de él jóvenes, adultos y mujeres, seguirán suponiendo que pueden "manejar" el tema, que "es el único vicio que tengo", que "un día de estos lo dejo"... y tantas otras ridículas e inmaduras frases.
Pero está claro que el kiosquero no es un delincuente, porque vender ese producto cancerígeno... es legal. Y este es parte del gran problema: es legal porque es un gran negocio y porque es una industria en la que trabajan muchos: la industria de la enfermedad y la muerte.
Porque si muchos mueren diariamente (14.400 PERSONAS), muchos vivirán mal y deberán ser atendidos en hospitales y clínicas, y muchos serán un duro costo para las empresas.
La OMS, que no parece tener poder de policía, pone el acento en proponer "un paquete" de seis medidas para combatir al tabaquismo y contener la creciente adicción al cigarrillo en el mundo, entre ellas un aumento de los impuesto al tabaco, una prohibición estricta de la publicidad de cigarrillos y programas de educación y ayuda para fumadores que quieran dejar el mal hábito.
Teniendo en cuenta que las estimaciones marcan que en el siglo XX unas 100 millones de personas murieron como consecuencia del tabaquismo, el organismo de la ONU prevé que en el siglo XXI podrían producirse 1.000 millones de muertos vinculados al cigarrillo.
El panorama, según la OMS, es desalentador: mientras que en los países industrializados se registra un descenso en el número de fumadores, en las naciones en vías de desarrollo cada vez más personas se convierten en adictos al cigarrillo.
El nivel de ingresos de los ciudadanos es un indicador que marca la tendencia de cómo será el futuro planisferio del cigarrillo. Cerca del 80% de los fumadores vive en países con ingresos bajos o medios, dice el reporte, que toma como muestra a los 179 países que forman parte de la ONU y comprenden al 99% de la población mundial.
[Cuando Ud. termine de leer este artículo habrán muerto -según el promedio citado- 25 personas en el mundo a causa del tabaco].