[2006] - Hace 94 años, nacía en un pueblo llamado Hemel Hemstead, cerca de Londres, la Sra. Frances Guthrie, quien hoy vive junto a su hijo en Martínez. Mientras vivió en Europa, Frances estudió y se especializó en el método pedagógico creado por la Dra. María Montessori en Italia, el cual era realmente revolucionario y novedoso para la época.
Esa rica experiencia, sumada a su otra pasión que era el canto, la llevó incursionar como pionera en lo que hoy se denomina Musicoterapia y se utiliza especialmente para trabajar con niños y personas que padezcan distintas discapacidades, lográndose con su práctica, resultados realmente sorprendentes e inesperados. A los 27 años y escapando de la triste e injusta guerra, la pedagoga, viajó hacia la Argentina con su marido y su hijo. Actualmente goza de una excelente salud y una lucidez envidiable.
A los 18 años, la inquieta inglesita, viajó a la ciudad de Londres, para sumarse a la academia que tenía la Dra. MaríaMontessori, reconocida médica y pedagoga italiana, de quien Frances nos cuenta: "Ella pertenecía a una familia acomodada económicamente y muy estricta; cuando estaba terminando la adolescencia tuvo un gran enfrentamiento con sus padres porque ella quería ir a la universidad, y en esos años, en Roma, no se estilaba que las mujeres ingresen en ese ámbito. A pesar de aquel gran inconveniente, viajó e inició sus estudios de medicina y con el fuerte rechazo que le hacían sus compañeros, obtuvo su título transformándose en la primera médica italiana".
Frances, que sentía una gran admiración por la personalidad de esa mujer italiana, cursó los estudios bajo su mirada y recibió el diploma de manos de ella; desde ese momento ya no era la misma, sino que era una "Montessori", que era como se designaba a las pocas, codiciadas y buscadas pedagogas que se recibían en ese afamado instituto.
"La base del método –explica la entrevistada- empleado por Montessori, era trabajar desde la libertad del niño, lo cual era una novedad; imagínese que en esa época en Inglaterra, Alemania y el resto de Europa, se aplicaba una disciplina muy fuerte sobre los chicos, la obediencia a los mayores era indiscutible y los pequeños parecían robots. La doctora no estaba de acuerdo con ese esquema y creó en los distintos países por dónde viajó, escuelas tan lindas, tan especiales, en dónde los chicos aprendían y disfrutaban dando forma a un nuevo panorama educativo".
Una vez llegada al país, ya casada con un joven alemán y con un pequeño hijo, Frances inició su trabajo en el Collegium Musicum de Buenos Aires, dónde sugirió que se les enseñara música a los niños. Así organizó con los maestros Spiller y Graetzer los primeros "Conciertos para niños" y en este período coleccionó canciones que luego formarían su libro "Viva la Música", que agotó siete ediciones.
En el año 1966, nació la Asociación Argentina de Musicoterapia en la Universidad de El Salvador, donde Frances ha sido miembro de la Comisión Directiva desde su fundación; fue elegida como presidente de esta institución tres veces.
Ha viajado extensamente por el país y el extranjero, dando conferencias y visitando escuelas e institutos con su especialidad, también participó de numerosos congresos en distintos lugares del mundo, de donde la llamaban por su rica experiencia profesional.
"Cuando uno puede ver –dice con dulzura Frances- los cambios que se logran a través de la musicoterapia, cuando personas que tenían su autoestima muy baja, ya sea por problemas psicológicos o físicos, van mejorando, como si se reconstruyeran interiormente, me da mucha alegría; lo que me da rabia es estar un poco vieja para seguir trabajando, mi profesión me hizo inmensamente feliz y me gustaría seguir ayudando a quien lo necesite", dice esta gran mujer de jóvenes 94 años.