El dengue es una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito en especial, el Aedes aegypti.
Fue el médico cubano Carlos Juan Finlay quien descubrió que este mosquito transmitía enfermedades, entre ellas la fiebre amarilla, a partir de investigaciones que presentó en la Conferencia Internacional de Sanidad en 1881 en Washington (E.U.A.). Por la importancia de este descubrimiento es que el 3 de Diciembre, el día que nació en 1833, es el Día del Médico.
El dengue se manifiesta entre 3 y 14 días luego de la picadura con fiebre alta, cefaleas, náuseas, vómitos, manchas en la piel, picazón, sangrado de nariz y encías, dolores musculares y articulares.
Es una enfermedad viral aguda que puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más susceptibles los niños y las personas mayores. En ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal. El mosquito común, aunque pique a una persona con dengue, no lo transmitirá a otra persona.
La prevención y el control del dengue dependen de las medidas eficaces de lucha contra el vector transmisor, el mosquito.
La larva del mosquito:
Acuática: prefiere depósitos de agua poco profundos.
Se mantiene en posición casi vertical en el agua
Es sensible a cambios de bruscos en la intensidad de luz: descienden al fondo al ser perturbadas
Cuerpo liso
Cabeza más ancha que larga
Tórax globoso con dos espinas a cada lado
Abdomen con 9 segmentos e hileras recta de 7 a 12 escamas en el 8º segmento
Fitófaga (se alimenta de materias vegetales)
Ciclo: 7 a 14 días, puede ser de sólo 5 días
Pupa:
Pequeña
Flota en el agua, tiene paletas natatorias abdominales con un pelo
Pocos días de duración: 2 a 3.
Adulto:
Pequeño, de unos 5 milímetros de largo, con detalles morfológicos visibles con lupa de mano o con microscopio.
Cuerpo de color oscuro con manchas blancas en su dorso.
Alas oscuras.
Antenas filiformes, plumosas en los machos.
Patas oscuras con fémures y tibias revestidas de escamas claras.
Abdomen agudo con franjas basales y manchas laterales.
Los machos se alimentan de materias vegetales, hembras se alimentan de sangre antes de poner los huevos.
Vive alrededor de un mes.
Se aparean generalmente en el vuelo.
Lugar de reposo: sitios oscuros, preferentemente en el interior de viviendas (paredes, techos, cortinas y debajo de muebles).
Ecología del mosquito
La hembra es una picadora tenaz, generalmente durante las horas del día.
Desova de 100a 300huevos, dos a tres días después de alimentarse con sangre.
Cada hembra deposita sus huevos en recipientes sombreados donde se pueda acumular agua, tanto en domicilios como en sus alrededores (floreros, macetas, bebederos, baldes, charcos, cubiertas viejas, etc.) de viviendas, cementerios, lugares de cría de animales, fuentes ornamentales de parques, letrinas, pozos o construcciones abandonados.
En ambientes naturales los desoves se encuentran en huecos de troncos de árboles o rocas.
Los huevos tienen gran resistencia a la desecación. Cuando las condiciones de temperatura y humedad les son propicias, se hidratan y eclosionan, es decir, salen del huevo larvas pequeñas.
La hembra vuela alrededor de 100 metros durante su vida, aunque podría desplazarse aún más.
Propagación de la enfermedad
La enfermedad se propaga por la picadura de hembras que han adquirido el virus al picar personas infectadas.
Sólo las hembras pican por ser hematófagas obligadas, es decir necesitan sangre para alimentarse y para que maduren los huevos.
Pican a la mañana o al caer la tarde y lo hacen en las extremidades inferiores o manos de las personas y animales domésticos.
Período de incubación de la enfermedad: 5 a 6 días después de la picadura
Contagio: puede darse desde un día antes de la aparición de los síntomashasta 5 días después
Síntomas de la enfermedad
Fiebre alta
Cefalea
Dolor muscular y de las articulaciones
Pérdida del gusto y del apetito
Erupción tipo sarampionosa en pecho y extremidades inferiores nauseas y vómitos
Dolor de estómago intenso y continuo hemorragias nasales, bucales o gingivales
Prevención de la enfermedad
Desechar todos los objetos que estén al aire libre y que sean capaces de retener agua.
Mantener boca abajo los recipientes que no estén en uso. Observar que no se acumule agua en ningún borde, por pequeño que sea.
Eliminar todos los recipientes que contengan agua. Despejar canaletas de techos para que corra el agua. Arrojar agua caliente en rejillas pluviales.
Control químico (uso de insecticidas) y biológico (uso de peces larvívoros para eliminar las larvas del mosquito).
Las acciones individuales, si bien importantes, no son suficientes, sino que es necesario la intervención de toda la población y el Estado.
Ante la presencia de síntomas de la enfermedad:
Concurrir a un centro asistencial a los efectos de diagnosticar correctamente la enfermedad.
Hasta la llegada al centro de salud no realizar grandes esfuerzos físicos y mantenerse hidratado.
No tomar aspirina, ya que este medicamento disminuye la capacidad de coagulación de la sangre.