En la Argentina se consume más del doble de la sal recomendada
El sodio está presente en todos los alimentos, pero principalmente en los ultraprocesadosde consumo masivo y es uno de los puntos determinantes en los elevados índices de hipertensión arterial de la población argentina.
La ley de Etiquetado Frontal –sancionada en Octubre de 2021 y reglamentada en Marzo de 2022- introdujo el sello "Exceso de Sodio" con el que se advierte a los consumidores de productos que tienen mucho sodio, pero lo importante está en qué hace cada uno frente a esa advertencia.
Los sellos de advertencia deben aparecer en los productos industrializados, pero no hay obligación alguna en fiambrerías, rotiserías o panaderías de informar o recordar que los alimentos que entregan fraccionados también tienen exceso de sodio.
El sodio de los ultraprocesados está en los conservantes, que retrasan el desarrollo de microorganismos que degradan los alimentos. Esos aditivos industriales son los que tienen abundancia de sodio y ahí radica el impacto sobre la presión arterial.
En la hipertensión –una afección que muchos no saben que tienen y si lo saben, no todos controlan eficazmente- los vasos sanguíneos se endurecen y estrechan obligando al corazón a hacer un mayor esfuerzo de bombeo de sangre. Los riñones trabajan forzados para controlar el exceso de líquidos en el cuerpo y eso complica su funcionamiento. Este cuadro favorece la aparición de ataques cardíacos y los A.C.V. (accidentes cerebro vasculares).
El puré de tomates, los postres, los productos de copetín, las gaseosas, los enlatados, los aderezos, las galletitas, las pizzas, los embutidos, el agua mineral, los postres, entre muchos otros, son altamente peligrosos si se consumen regularmente y en cantidad.
Una dieta de bajo sodio debería incluir verduras crudas (cocidas pierden propiedades que compensan los efectos nocivos del mineral), además de frutas, cereales integrales, frutas secas y semillas, al tiempo de reducir o eliminar el consumo de ultraprocesados.
En la Argentina, desde hace tiempo, se consume más del doble de sal de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. La hipertensión arterial es la primera causa de mortalidad prevenible y prematura en el mundo.
Como es mucha la gente que no sabe que es hipertensa, el camino inicial es hacerse chequeos médicos habituales y, si aparecen signos de alerta, empezar a modificar los hábitos alimentarios nocivos, en especial para que el problema crezca y con los años se agrave.
Todos pueden, si están informados, reducir el consumo de productos envasados industrialmente (galletitas, gaseosas, enlatados, etc.), incorporar más verduras y frutas crudas, además de hacer ejercicios 2 o 3 veces por semana.
Por supuesto, lo ideal es tomarse el tema en serio y consultar a un médico clínico o nutricionista, para que vea resultados de laboratorio y sugiera los pasos a seguir.
(La imagen muestra la cantidad máxima diaria recomendada de sal en una dieta saludable)
Entrevista a la Lic. Encarnación Mota Moreno, nutricionista del Sistema de Salud de la Municipalidad de San Isidro, realizada en el programa radial "Cosas Posibles" (Radio Amadeus 91.1)