Miles de personas mueren al año por el consumo de tabaco
Insistentemente desde Portal UNO y San Isidro Mi Lugar señalamos la tragedia que significan los muertos que cada día provoca el consumo de tabaco: más de 100 personas.
La detección temprana del cáncer de pulmón es un camino para atacar esa enfermedad, pero mucho mas bien es posibleprovocar si, desde el Estado, las instituciones educativas y las asociaciones civiles se desalentara el consumo de tabaco y marihuana.
Un fumador, tarde o temprano, se enfermará y, en muchas ocasiones, será una carga para la salud pública que deberá atenderlo en las múltiples afecciones que desarrollará. Una razón más para que el Estado -en todos sus niveles-, desarrolle acciones firmes para que se abandone el consumo y para evitar el surgimiento de nuevos fumadores.
Las mujeres, que hace años fumaban menos, padece, junto a otros malos hábitos -como el alcohol-, las dramáticas consecuencias que las equiparan con el hombre.
Cada cigarrillo es un problema aunque sea obvio que uno o dos diarios es menos malo que veinte. Y cada fumador, aunque sea ocasional, está incorporando en su cuerpo un tóxico que ningún beneficio provoca y quenunca es inofensivo.
Dejar de fumar no es sencillo, pero millones de personas comunes lo logran. Recurrir a reuniones de autoayuda o buscar apoyo psicológico pueden ser caminos válidos, pero cada fumador aunque se parezca a otro, es único y sacarse de encima a este enemigo requiere una estrategia y, sobre todo, voluntad personal.
Además de provocar EPOC y posibles partos prematuros, el consumo de tabaco favorece la aparición de cáncer en hígado, estómago, colon, páncreas, cuello uterino, laringe, boca, riñón, vejiga, esófago, garganta y sangre, además de pulmón.
Vale considerar también que las colillas de cigarrillos están compuestas por un derivado del petróleo, el acetato de celulosa, con el fin de diluir y enfriar el humo inhalado por los fumadores y para atrapar una parte del alquitrán.
Además del daño que provoca el tabaco en el fumador y su entorno, las colillas representan entre el 30 y 40% de residuos recogidos en la limpieza urbana y en la de las playas en el mundo.
Muchísimos fumadores arrojan las colillas al piso y, como toda basura en las calles, termina en el río por acción de los desagües pluviales haciendo que la nicotina, el alquitrán, el arsénico, el plomo y los hidrocarburos poliaromáticos contaminen las aguas y atacando a los peces y los mamíferos marinos.
El humo del tabaco tiene más de 7.000 componentes químicos tóxicos, de los cuales alrededor de 70 son sustancias cancerígenas.