En la Argentina se necesitan más de 4.000 transfusiones de sangre por día con las que miles de pacientes salvan sus vidas o recuperan su salud.
El panorama es alentador porque cada vez más gente comprende la importancia de donar sangre regularmente, como voluntario, porque, hasta la fecha, no existe ningún producto capaz de sustituir la sangre humana.
Si muchas personas en condiciones de donar tuvieran un comportamiento solidario habitual en este sentido -no sólo cuando le llega el pedido por algún allegado- gran cantidad de desconocidos podrían evitar tener que salir a conseguir sangre para un familiar o amigo con desesperación. Un hombre puede donar hasta 5 VECES al año y una mujer 4 VECES, siempre aguardando 2 meses entre donación y donación.
Las condiciones para poder donar sangre son fáciles de comprender:
- Hombre o mujer
- Tener DNI u otro documento personal
- Entre 18 y 65 años de edad
- Pesar más de 50 Kg.
- No estar en ayunas
- Sentirse bien de salud.
- No padecer enfermedades que sean transmitidas por sangre, (Hepatitis, Chagas, etc.).
- No haber tenido relaciones sexuales de riesgo en el último año.
- No consumir drogas endovenosas.
- No haberse realizado recientemente (un año) tatuajes, perforaciones o escarificaciones cutáneas.
Consejos para el día de la donación de sangre
- No estar en ayunas. Se recomienda ingerir alrededor de 500 ml. de líquido antes de donar.
- Beber abundante líquido durante todo el día (jugos, mate, té, café).
- Estar descansado.
- Concurrir con ropa cómoda.
- Es conveniente evitar grandes esfuerzos físicos y movimientos bruscos luego de la extracción.
- En caso de ser fumador, no fumar durante las dos horas siguientes a la donación.
El centro de hemoterapia a donde concurre el donante debe informarle que:
- Las razones por las que no debe donar sangre si ello supone un riesgo para su salud o la del receptor.
- Tiene la posibilidad de cambiar de opinión y retirarse sin donar.
- Debe avisar al Centro si, después de donar, recuerda alguna información importante que omitió/olvidó, o inicia un problema de salud (fiebre, estado gripal, etc.).
- La sangre donada será analizada.
- En caso de que los estudios así lo indiquen, puede ser convocado a realizar una nueva visita al Centro para hacer exámenes complementarios.
- Tiene derecho a preguntar todo lo que desee y recibir información comprensible.
Cada día se requieren mayores reservas de sangre por el notable aumento de la demanda debido a los accidentes, a la mayor expectativa de vida, a cirugías más complejas, al incremento en el número de transplantes. Por ello, se considera que la donación no debe ser el resultado de la extrema necesidad del ser querido, sino de un acto de amor por el prójimo, sin distinciones de raza, nacionalidad o religión.
La donación de sangre es un “ejercicio continuo de solidaridad”, así lo promueve el Plan Nacional de Sangre, y resulta indispensable para salvar vidas en el tratamiento de numerosas enfermedades graves y trasplantes de órganos.
¿Qué es la sangre?
La sangre se produce en la médula ósea. Como todos los tejidos del organismo, la sangre cumple, gracias a la circulación, múltiples funciones necesarias para la vida: intercambios respiratorios y nutritivos, reparto y regulación del calor, defensa del organismo.
Para cumplir estas funciones, la sangre está conformada por una multitud de células vivas suspendidas en una solución acuosa. Cada una de estas células juega un rol preciso. Estas son: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Los glóbulos rojos transportan el oxígeno de los pulmones hacia los tejidos y captan el anhídrido carbónico que es eliminado luego por las vías respiratorias. Los glóbulos blancos defienden al organismo contra las agresiones de los microbios, bacterias y otros virus. Las plaquetas impiden las hemorragias cicatrizando las lesiones de los vasos sanguíneos.
Sin embargo, a pesar de que la sangre cumple funciones idénticas en todos los individuos, toda la sangre no es idéntica, o sea, tampoco es necesariamente compatible. El análisis molecular de la sangre, permite detectar las diferencias de estructura a nivel de antígenos. De ahí que hablemos de grupos sanguíneos. Esos han sido clasificados en A, B, O y Rhesus. Estos caracteres de grupo son transmitidos genéticamente.
El cuerpo humano de un recién nacido contiene 2,5 litros de sangre. En promedio el hombre adulto contiene aproximadamente 4,5 litros y la mujer 3 litros. Y durante el embarazo el capital sanguíneo aumenta casi en medio litro.
Una gota de sangre recorre aproximadamente 1,6 Km. por día. El cuerpo produce alrededor de 25 gramos de glóbulos rojos por día.
Por diversos factores que desencadenan ciertas patologías que hacen que la molécula ósea no produzca todos los elementos, o que los produzca en forma anárquica, lo cual le impide desarrollar su función. Por ejemplo, enfermedades oncohematológicas tales como la leucemia, linfomas, aplasias, mieloma, etc.
Hay también otro tipo de patologías que no afectan directamente a la sangre o la médula, pero que requieren tratamientos que, inevitablemente, perjudicarán el desarrollo normal de las células. Por ejemplo, diferentes tipos de cáncer o tumores.
La principal consecuencia de tratamientos de quimioterapia, radioterapia o una combinación de ambos, es la destrucción indiscriminada de las células sanguíneas, lo cual va a perjudicar al organismo y las funciones del mismo.
De esta manera, teniendo en cuenta que el tratamiento no diferencia las células sanas de las enfermas, el paciente sufrirá de anemia, debido a la falta de glóbulos rojos, de infecciones permanentes, debido a la disfunción y falta de glóbulos blancos y, de hemorragias, ya que no produce plaquetas para evitarlas.
Es en ese estado donde el paciente necesitará de la generosidad de los demás para continuar con su terapéutica y afrontar las consecuencias. Así, la transfusión sanguínea se vuelve indispensable para vivir y la columna vertebral del tratamiento.
Dicho en otras palabras, en un momento determinado del tratamiento, si el paciente no recibe el suplemento de sangre que necesita, su situación se torna incompatible con la vida, es decir, morirá.
La sangre del donante se separa en diferentes elementos que se obtienen por centrifugación:
Un concentrado de glóbulos rojos utilizados en casos de anemia y hemorragias. (Conservación: 42 días máximo)
Un concentrado de plaquetas para la prevención o el tratamiento de hemorragias. (Conservación: 5 días máximo)
El plasma, que es utilizado en caso de hemofilia y otras patologías de la coagulación, para los quemados, enfermedades del riñón o del hígado. (Conservación: 1 año)
DONAR SANGRE EN SAN ISIDRO
Es posible donar sangre en el Hospital Central de San Isidro [Santa Fe 431, San Isidro], de lunes a viernes de 8:00 a 10:00.
Informes: hemoterapia.hcsi@gmail.com / 4666-9898 / 4512-3720