La Dra. Angie Barbieri, oncóloga y valiosa integrante de la Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico, señaló en este día a Portal UNO, que los esfuerzos están puestos desde la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica en nivelar hacia arriba para que los países con menos recursos superen el 60% de cura y se acerquen a lo que se logra en los que más bienestar tienen, donde puede alcanzar hasta el 85%.
En la Argentina la curación del cáncer infantil ronda como mucho el 75% (algo más en Buenos Aires), un porcentaje que era superior hace un tiempo pero que la dura situación económica general hizo caer. De todos modos ese guarismo es general ya que en el caso de los linfomas la curación se da en un 90%, los tumores renales se curan en más del 90% y las leucemias entre el 70 y el 80%.
Con respecto a la circunstancia sanitaria fruto del Covid19, la prestigiosa oncóloga señaló que no afectó para nada la situación de los niños con cáncer y no hubo fallecimientos por la combinación entre el virus SARS-Cov2 y la enfermedad oncológica, como quedó consignado en un estudio nacional llevado adelante por organizaciones y el Instituto Nacional del Cáncer.
Comparando con Chile y Uruguay la situación argentina es similar, incluso hay un protocolo de actuación que incluye a algunos países de Europa, desarrollado por la Dra. Marisa Felice, y al país llegan bastantes pacientes de Bolivia y Paraguay para ser tratados tanto a nivel público como privado. Brasil, por su parte, que venía por debajo de la Argentina ha superado sus debilidades y mejoró mucho, con abundantes publicaciones y protocolos en el tema.
Entre los cánceres más frecuentes en niños las leucemias ocupan el 40% y que hay 135 chicos por cada 1.000.000 menor de 15 años, lo que da en la Argentina entre 1.500 y 1.600 diagnósticos por año. La afectación del estado general del paciente por una leucemia provoca que la consulta médica sea más precoz que en otras enfermedades oncológicas y si se actúa rápido (en lo posible en hospitales pediátricos) el pronóstico es muy favorable.
La tarea que realizan las organizaciones civiles con relación a hacer más fácil y accesible los traslados, la alimentación, es fundamental. La cura del cáncer en niños no sólo es un gesta llevada adelante por médicos y un equipo de salud. La colaboración de los voluntarios y benefactores es imprescindible.
La Dra.
Barbieri destacó con optimismo el trabajo conjunto que se está haciendo desde el proyecto Closer, del que participa la Fundación María Cecilia, junto a la Fundación Natalí Flexer y el Hospital Juan P. Garrahan, con organizaciones y hospitales de España, Chile, Reino Unido, Italia, Uruguay, República Checa y Austria. El objetivo es esforzarse de manera global e innovadora, centrándose en los aspectos científicos, pero también en los factores socioeconómicos, culturales, educacionales y ambientales, para mejorar la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los niños con leucemia, sus familias y cuidadores. (Saber más en
https://closerleukemia.eu/es/)
Sobre la Fundación María Cecilia
Los primeros pasos de lo que luego se constituiría en la Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico fueron dados en 1991 por un grupo de padres de niños con enfermedades oncológicas, algunos recuperados, otros fallecidos y otros en ese momento en tratamiento.
La Fundación debe su nombre a María Cecilia Trotta, una niña que padeció Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) y que tuvo indicación de trasplante de médula ósea. Se encontró dador en Israel y entonces sus padres, María Ester Rodríguez y Osvaldo Trotta, con apoyo de la comunidad de Beccar iniciaron la recolección de fondos para solventar el viaje. María Cecilia, en el trascurso de ese tiempo, presentó una nueva recaída, no logró vencer la enfermedad y falleció el 10 de Abril de 1991.
Comenzaron a reunirse entonces en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, comunidad a la cual pertenecían sus padres, ese grupo de papás y mamás que habían vivido la experiencia de tener un hijo con enfermedad oncológica para decidir cuál sería el destino del dinero recaudado. Se decidió la creación de una institución que se dedicara a niños afectados por una enfermedad oncológica.
Se decidió entonces la figura jurídica de Fundación con la conciencia de cuántas cosas podrían lograrse y mejorarse si se canalizaban esfuerzos y se actuaba coordinadamente entre las familias afectadas, más los voluntarios juntamente con las autoridades gubernamentales.
Después de 4 años brindando este apoyo a muchos niños, a partir de Abril de 1995, la Fundación concreta un acuerdo con el Hospital Materno Infantil de San Isidro "Dr. Carlos Gianantonio" [Diego Palma 505, San Isidro] para iniciar el área de Hemato-oncología pediátrica dentro del mismo hospital, gracias al trabajo conjunto de Municipalidad de San Isidro y la Fundación.