Este tóxico provoca efectos concretos en la percepción de la realidad y reducción en los reflejos que pueden intervenir severamente en el manejo de vehículos y ser un factor de riesgo en accidentes.
La marihuana proviene de la planta cannavis sativa, de origen asiático, cuyo ingrediente principal activo es el tetrahidro-cannabinol (THC).
La marihuana es liposoluble, es decir, se asocia a la grasa humana. Sólo se disuelve en la grasa y al cuerpo le cuesta mucho deshacerse de ella.
El sistema nervioso posee miles de millones de neuronas con dos energías que libera (eléctrica y química) y que son responsables de todos los procesos conductuales, mentales y psicológicos.
Entre todas las paredes de las neuronas y en los espacios intercelulares -que son tejidos grasos- se estaciona y deposita el THC. Las paredes neuronales se engrosan.
Los ovarios y los testículos son sede también de tejidos grasos. Se reduce progresivamente en los varones el nivel de la hormona masculina por la acumulación de THC en los testículos. En algunas oportunidades cuando el nivel de testosterona baja mucho, al hombre se le pueden desarrollar los pechos y puede formársele leche. En las mujeres que consumen mucha marihuana existen problemas de fertilidad y aumenta notablemente la incidencia de abortos espontáneos.
EL THC Y EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Los glóbulos blancos -los guardianes que nos protegen de las infecciones- están compuestos principalmente por grasa. La marihuana baja las defensas y hace más propensa a la persona a infecciones.
La marihuana altera la memoria reciente y retarda el aprendizaje; dificulta las funciones reproductoras normales; afecta negativamente a las funciones cardíacas; tiene graves consecuencias sobre la percepción y el desempeño de actividades especializadas, como la conducción u otras tareas complejas en las que intervienen el juicio o destrezas motoras especiales, y dificulta seriamente las funciones, pulmonar y respiratoria.
EFECTOS SOBRE EL CEREBRO
Cuando una persona fuma marihuana, el THC pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea, que transporta el tóxico a los órganos en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro.
En el cerebro, el THC se conecta a sitios específicos en las células nerviosas llamados receptores de canabinoides, e influye en la actividad de esas células. Algunas áreas del cerebro tienen muchos receptores de canabinoides; otras tienen pocos o ninguno. Muchos receptores de canabinoides se encuentran en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y en el movimiento coordinado.
EFECTOS SOBRE EL CORAZÓN
El riesgo de que un usuario de marihuana sufra un ataque al corazón se multiplica por 4 en la primera hora después de haber fumado. Los científicos sugieren que tal efecto puede ocurrir debido a los efectos de la marihuana sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco y la reducción en la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
EFECTOS EN LOS PULMONES
Aún el uso infrecuente puede causar irritación y ardor en la boca y en la garganta, a menudo acompañados de una tos fuerte. Alguien que fuma marihuana regularmente puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho, riesgo mayor de infecciones pulmonares, y mayor tendencia a la obstrucción de las vías respiratorias. Fumar marihuana aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de la cabeza o del cuello.
El uso de la marihuana también tiene el potencial para promover el cáncer en los pulmones y otras partes de las vías respiratorias debido a los irritantes y carcinógenos que contiene. El humo de la marihuana contiene entre 50 y 70% más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco.
Los usuarios de marihuana inhalan más profundamente y sostienen su respiración más tiempo que los fumadores de tabaco, lo que aumenta la exposición de los pulmones al humo carcinógeno.
EFECTOS DEL USO FRECUENTE DE LA MARIHUANA EN EL APRENDIZAJE Y LA CONDUCTA SOCIAL
La marihuana afecta la habilidad para aprender y recordar información, mientras más se consuma, mayor es la probabilidad de que se retrase en la adquisición de habilidades intelectuales, laborales o sociales.
Los estudiantes que fuman marihuana obtienen notas más bajas y tienen menos posibilidad de completar sus estudios, en comparación con sus compañeros que no fuman. La atención, memoria y aprendizaje sufren un deterioro significante aún después de no haber usado la droga por lo menos 24 horas.