En la Argentina se consume más del doble de sal y de azúcar de lo conveniente
El 34% de la población de nuestro país es hipertensa, una situación que favorece los ataques cardíacos y los ACV (accidentes cerebrovasculares). Según datos internacionales, el 32% de las muertes registradas en el mundo son producidas por enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, en la Argentina el promedio de azúcares totales que consume la población es de 114,3 gramos por día, más del doble de lo recomendado (50 gramos).
Los alimentos industrializados son cada vez más corrientes y accesibles y hay una mayor tendencia a consumir alimentos ricos en energía que contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal. Las personas comen menos frutas, verduras, harinas integrales y legumbres, alimentos importantes para llevar una alimentación saludable y prevenir enfermedades.
La recomendación médica es de 5 gramos de sal por día (1 cucharadita de té) y en la Argentina se consumen 12 gramos diarios. Se calcula que si el consumo de sal se redujera a la mitad en el mundo, se podrían evitar 2.500.000 muertes.
Pero es importante saber que la mayoría de la sal en exceso que se consume no proviene de los saleros, sino de los alimentos procesados como el PAN, GALLETITAS, COMIDAS PROCESADAS E INSTANTÁNEAS, FIAMBRES, SNACKS, CONDIMENTOS, ADEREZOS Y CALDOS.
No obstante esta realidad indiscutible y difundida por médicos e informes periodísticos, se siguen viendo programas en la televisión con cocineros que dicen que hay que poner sal para que la comida tenga "buen sabor" y sugieren ir revisando la preparación para "rectificar" si hace falta la sal... Por supuesto, muchas veces se trata de una "enseñanza" que viene con auspicio comercial.
En 2013 se sancionó la Ley Nacional Nº 26.905 que establece medidas de promoción y regulación del contenido de sodio de ciertos grupos de alimentos. Aquella iniciativa tuvo como objetivo concientizar a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, la reducción progresiva del contenido de sodio de los alimentos procesados mediante acuerdos con la Industria de Alimentos, como así también la reducción del contenido de sal en la elaboración del pan artesanal.
La población de 15 a 19 años tiene un consumo medio de 106gramos de azúca y la población de 60 a 65, de 69 gramos. Y es en los sectores más bajos donde se registra la ingesta más alta de azúcares.
El proyecto sobre el Etiquetado Frontal de Alimentos que está en tratamiento en el Congreso busca la promoción de la alimentación saludable, mediante un etiquetado informativo, visible, simple y comprensible, que advierta sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías en los productos alimenticios. Normas similares existen en Chile, Perú, México y Uruguay.
La ley prohibiría que los alimentos y las bebidas que contengan algún sello de advertencia, incorporen información nutricional complementaria; logos o frases con el aval de sociedades científicas o asociaciones civiles; y personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas, entre otros.
Si se aprueba el proyecto, afectaría directamente a varias de las principales empresas del país: desde los Blaquier (dueños del ingenio azucarero Ledesma), Luis Pagani (presidente del Grupo Arcor), Roberto Urquía (Aceitera General Deheza, que elabora el jarabe de maíz se usa como endulzante) y Pérez Companc Family Group (propietaria desde 1999 de Molinos Río de la Plata)
Algunas recomendaciones:
Comparar valores de sodio, azúcares y grasas en las etiquetas de los productos. A veces el más barato es el más agresivo a la salud.
Evitar el consumo de alimentos procesados, industrializados. En caso elegirlos preferir los de bajo contenido en sodio.
Usar especias y hierbas aromáticas durante la preparación de los alimentos, en lugar de sal.
Evitar los fiambres y embutidos.
Salar la comida al final de la preparación y no antes.
Evitar saleros en la mesa
Educar el paladar de los niños evitando darles alimentos salados (snacks), gaseosas y dulces habitualmente.
Comprar, preparar y consumir alimentos frescos (frutas, verduras, huevos, carnes, almidones y legumbres).
La confesión de Nestlé
La compañía suiza alimentaria más grande del mundo reconoció en un documento interno que más del 60% de los productos que vende NO SON SALUDABLES.
Según el diario El País de España, Nestlé admitió que sus productos NO CUMPLEN CON LOS CRITERIOS NECESARIOS PARASER SALUDABLES y que algunas de las categorías de bebidas y alimentos que produce "nunca serán saludables por mucho que se renueven".
La información, enviada a los directivos de la empresa a principios de año, fue publicada este lunes por el Financial Times.
El análisis evalúa la mitad de los productos de Nestlé, dejando fuera los de nutrición infantil, comida para animales, café y nutrición médica. El documento reconoce que SOLO EL 37% de los alimentos y bebidas de la marca logran una calificación superior a 3,5 según el sistema de calificación que otorga a los alimentos más saludables 5 estrellas.
