Las grasas trans que contienen los diferentes alimentos son dañinas para la salud, especialmente aumentan el riesgo cardiovascular (sumado a otros factores de riesgo como: tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial, sedentarismo, entre otros).
La producción de grasas trans se origina en la primera década del siglo XX y proliferaron en la decada de '60. Se trata de una manipulación industrial a través de un proceso llamado hidrogenización. De forma sencilla y barata se obtienen grasas y aceites de frituras que son útiles en la industria alimentaria, ya que, permiten mejorar la perdurabilidad, el sabor y textura de los productos.
Estos lípidos elevan el colesterol LDL (el malo) y disminuyen la presencia de HDL (el bueno) favoreciendo la arteriosclerosis y aumentando considerablemente el riesgo cardiovascular.
Ingerir 5 gramos por día de estos lípidos aumenta un 25% el riesgo de infarto. El consumidor debe buscar en las etiquetas una mención a lo hidrogenado o parcialmente hidrogenado o "grasa vegetal" que contienen grasas trans.
¿En qué productos se encuentran estas grasas?
Galletitas dulces o saladas
Pan de molde
Hamburguesas
Papas fritas en bolsa especialmente las saborizadas