Consejos de especialistas ante el alerta bacterial
Con el objetivo de llevar tranquilidad a la gente sobre la bacteria Streptococcus pyogenes, especialistas del Hospital Municipal Materno Infantil de San Isidro explicaron los síntomas y las medidas a tomar.
La Dra. Alejandra Gaiano, pediatra infectóloga, explicó: “Ante infecciones de piel o partes blandas sobre todo con eritema (cuando la piel se pone colorada) hay que consultar al médico. Al igual que si un paciente tiene anginas con placas o sin placas para ver si necesita antibiótico con pencilina o amoxicilina. Si el paciente persiste con fiebre elevada o mal estado general, rechazo del alimento, decaimiento o cambios en la coloración de la piel se sugiere consultar de inmediato”.
El Streptococcus pyogenes puede producir un amplio espectro de enfermedades, desde cuadros leves como faringitis, impétigo y escarlatina hasta infecciones invasivas más graves como bacteriemia, meningitis y diversas infecciones de piel y partes blandas o, en algunas casos, una infección profunda del músculo y síndrome del shock con considerable mortalidad.
La puerta de entrada de las infecciones invasivas suele ser especialmente la piel y luego las mucosas. “Es importante destacar que las infecciones invasivas raramente suceden a la faringitis”, remarcó la especialista.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría afirman que es una patología muy frecuente en pediatría en esta época del año, principalmente entre 4 y 10 años. Con tratamiento adecuado con penicilina durante 10 días vía oral las posibilidades de complicaciones son muy infrecuentes.
También explicaron que los tratamientos que se cortan antes de tiempo tienen mayor probabilidad de recaídas y que si un hermano u otro familiar comienza con fiebre hay que consultar de nuevo a un profesional.
Síntomas
Lesiones en la piel.
Fiebre.
Dolor de garganta.
Vómitos.
Malestar en la garganta.
Rechazo a los alimentos.
Dificultad respiratoria.
Faringitis.
¿Qué es el Streptococcus pyogenes?
Es una bacteria que habitualmente produce infecciones leves (como faringitis, escarlatina, infecciones en piel). Se contagia a través de las secreciones respiratorias o por contacto directo. La evolución con tratamiento es favorable en la gran mayoría de los casos.
En unas pocas situaciones esta bacteria libera ciertas toxinas que pueden generar un cuadro más severo. La evolución dependerá de la agresividad del germen y de las condiciones del huésped.
Existe tratamiento y consiste en la administración de antibióticos en los casos que corresponda (penicilina, amoxicilina o macrólidos en niños con alergia a estas drogas).
No existen vacunas para prevenir infecciones por esta bacteria. La prevención debe centrarse en las medidas de higiene básicas:
Lavado de manos
Mantener las uñas cortas y limpias
Cubrir la tos o el estornudo con el antebrazo, no con la mano
Ventilación de ambientes y evitar el contacto con gente enferma y los lugares de hacinamiento