La radiación ultravioleta, provenga del sol o de camas solares, causa cáncer de piel.
En Australia, Europa y Estados Unidos los 10.000 casos de melanoma y los 450.000 casos de otros cánceres se deben al uso de camas solares.
Además, los rayos ultravioletas provocan otros efectos sobre la salud, como cataratas, inmunosupresión, quemaduras y envejecimiento prematuro.
En la Argentina, la Fundación Sales, organización dedicada a promover la investigación sobre el cáncer que dirige el lic. Arturo Prins, advierte sobre la peligrosidad de las camas solares.
En 30 años más gente contrajo cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer, según la Sociedad Argentina de Dermatología. En EE.UU. 1 de cada 5 habitantes lo contraerá. Por eso preocupan los salones de bronceado artificial que publicitan los beneficios de las camas solares y ocultan el riesgo de contraer cáncer.
El bronceado artificial antes de los 35 años, aumenta 75% el riesgo de melanoma (el más grave cáncer de piel) que afecta a 3.500 personas al año en la ciudad de New York y causa 9.000 muertes en ese país.
En EE.UU. hay más de 22.000 salones de bronceado, con 28.000.000 de clientes. Francia tiene 10.000 salones con 40.000 cabinas de bronceado.
Muchos concurren antes que comience el verano, creyendo que al broncearse en camas solares se protegen del sol cuando salen de vacaciones. No es así: piel bronceada es piel dañada, dicen los especialistas. Si se daña en las camas, se daña por segunda vez al exponerse al sol.
En 2009 la Organización Mundial de la Salud clasificó las máquinas de bronceado como carcinógenos.