La exposición prudente a los rayos solares es saludable. Constituye, junto con el ejercicio y el deporte, el compañerismo y la unión con la naturaleza, la gratificación de la vida al aire libre. La sensación de calor envolvente, la relajación, su acción energizante y antidepresiva nos resultan placenteros. La liberación de determinadas sustancias (endorfinas y melanocortinas) capaces de influir sobre el ritmo bioenergético del organismo sería un posible mecanismo de acción que explicaría estos efectos.
Pero la exposición excesiva y reiterada acarrea daños irreversibles en la piel y favorece la aparición del cáncer de piel.
Efectos nocivos de la sobreexposición solar:
Quemadura solar
Dependiendo del tipo de piel, de la estación del año, de la altura sobre el nivel del mar y de la latitud, uno puede quemarse seriamente en menos de 30 minutos de exposición solar. Aparecerán enrojecimiento y picazón/ardor en la piel, hinchazón de los tejidos más laxos (párpados, mejillas), ampollas y costras. Pueden asociarse fiebre, escalofríos, decaimiento, dolor de cabeza y obnubilación entre las 8 a 12 horas luego de exposiciones extensas. La quemadura solar debe interpretarse como la forma en que la piel nos advierte que está sufriendo. Una historia de quemaduras solares reiteradas en la infancia se asocia con una mayor frecuencia de aparición de ciertos tumores malignos de la piel.
Bronceado
El bronceado aparece unas 48 horas luego de la exposición solar, como respuesta protectora a la agresión solar sobre la piel. Si bien habitualmente el bronceado se asocia a estado de salud y bienestar, debe considerarse como una reacción de defensa (insuficiente), basada en la producción de un pigmento natural (melanina) capaz de filtrar parcialmente los rayos más dañinos.
La prevención debe comenzar precozmente, con los niños pequeños, a quienes se les deben enseñar hábitos saludables respecto al sol.
Cáncer de piel
Si bien sabemos que la sobre-exposición al sol o las exposiciones reiteradas intensas y cortas no son la única causa del cáncer de piel, más del 90% de éstos aparecen en zonas expuestas al sol: la cara, las orejas (descubiertas) en el hombre, el cuello y los miembros superiores son las localizaciones más frecuentes.
Los cánceres de piel más frecuentes son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma maligno.
La transformación y la malignización de las células tarda tiempo en ocurrir. Es un proceso lento y se manifiesta como cambios graduales posibles de detectar mediante el exámen médico.
Medidas sencillas para protegerse de los efectos perjudiciales del sol
Horario:
Reducir a un mínimo la exposición solar entre las 11 y las 15 horas, o cuando su sombra es más corta que su altura. Privilegiar lugares con sombra (natural o artificial) y programar, dentro de lo posible, las actividades al aire libre en la mañana temprano o al atardecer.
Sombra:
Usar sombrero de ala ancha (10 cm ó más), camisas y pantalón de géneros de trama ajustada si la exposición al sol será intensa o prolongada.
Crema protectora:
Aplicarse siempre una Pantalla Solar 15 a 20minutos antes de exponerse al sol. Cubrir las zonas expuestas en forma uniforme y reaplicarla con frecuencia (cada 2 horas aproximadamente) mientras permanezca al sol. Se recomiendan Pantallas con Factor de Protección Solar (F.P.S.) no menor de 15. Para pieles muy sensibles o exposiciones solares muy intensas, usar F.P.S. 30 ó más.
Cómo usar pantallas solares:
Usar Pantallas solares F.P.S. 30 ó más cuando se desarrollan actividades a gran altura o en zonas tropicales. La cantidad e intensidad de la radiación ultravioleta aumentan con la altura y la cercanía al Ecuador. Recuerde: debe reaplicarlas.
Aplicar la Pantalla también en días nublados. (La "resolana" también quema.)
Las personas con piel clara, los que han padecido cáncer de piel, los que tienen gran cantidad de pecas y/o lunares deben extremar los cuidados. Aquellos que trabajan al sol deben protegerse diariamente.
La dosis de sol necesaria para la elaboración de vitamina D en la piel es mínima. No se justifica tomar sol para fijar el calcio a los huesos o evitar el raquitismo o la osteoporosis.
Si desarrolla irritación en la piel al aplicar la pantalla solar, consulte con su médico. Conviene cambiar de marca, buscando una fórmula diferente.
La foto sensibilidad (sensibilidad aumentada a los rayos ultravioletas) es un posible efecto secundario de ciertos medicamentos, drogas, cosméticos, píldoras anticonceptivas. Consulte con su médico.
Cuidarse de las superficies reflexivas: la nieve, la arena, el agua y el cemento pueden reflejar más de la mitad de los rayos solares.
No exponer al sol a los bebés antes del año de vida en los horarios de mayor intensidad. Proteger a los niños pequeños con pantallas solares, cuidando el horario y el tiempo que están expuestos. Es su responsabilidad.
Enseñarles a los niños desde pequeños a protegerse del sol.
No usar camas solares, la radiación ultravioleta que emiten dichos equipos, causa quemaduras y envejecimiento cutáneo y pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Su uso con fines cosméticos es injustificable.
Convencerse y procurar convencer al prójimo que la "Cultura del Bronceado" puede y debe modificarse. Se pueden modificar los hábitos y costumbres respecto al sol, sin provocar temor, porque CUIDAR LA PIEL ES CUIDAR LA SALUD.
Los rayos ultravioletas que dañan la piel son más fuertes a partir de Septiembre y recién disminuyen a partir de Abril. Como el daño solar se acumula en la piel, conviene protegerse todo el año.
Recomiendan consultar a especialistas
Especialistas del Hospital Central de San Isidro advierten cuándo consultar a un dermatólogo por lunares, manchas y diferentes lesiones en la piel, que pueden aparecer en todas las edades.
"Debemos estar atentos a la evolución de estas lesiones, es decir, si cambian de color, crecen de golpe, sangran, pican o arden", recomendó la médica dermatóloga Andrea Giuliani.
Es importante realizarse controles cutáneos una o dos veces al año para que un dermatólogo estudie esas lesiones. "A futuro pueden derivar en distintos cáncer de piel, principalmente en melanoma, que es un tumor agresivo si no se diagnostica precozmente", agregó la especialista.
"Si los lunares se tratan a tiempo se pueden sacar y evitar cualquier problema".