La principal ocupación de todos los chicos es jugar y aprender. En la sala de Estimulación Sensorial del Centro de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana "El Nido" [Andrés Rolón 1879, Beccar] más de 200 niños cumplen con estas dos acciones sin saber que, además, están trabajando sus problemas de desarrollo.
Ese espacio multisensorial contiene rampas, patinetas, peloteros y hamacas. "Aquí brindamos terapia ocupacional. La finalidad es activar y trabajar los sentidos, a través del juego, para que cada niño pueda alcanzar la independencia en todas las áreas de sus vidas", comentó la directora del Centro, Dra. María José Fattore.
Este tratamiento ayuda a los niños a mejorar sus destrezas cognitivas y físicas. También, incide en la autoestima al enseñarles que pueden ser capaces de lograr metas que solían pensar que no estaban a su alcance.
"Cuando detectamos alguna anormalidad intervenimos y hacemos hincapié en el problema. Buscamos potenciar el cerebro y reconstruir el mayor daño que el niño haya sufrido en la etapa neonatal", especificó Fattore.
Psicólogas, fonoaudiólogas, estimuladoras tempranas, musicoterapeutas, psicopedagogas, kinesiólogos, entre otros profesionales, realizan diariamente el seguimiento de los niños desde que salen de neonatología hasta los 6 años.
Sentado junto a su hijo Joaquín, Gustavo Maidana expresó emocionado: "Me acuerdo que no hablaba, no se quedaba quieto y no se comunicaba con nadie. Ahora lo veo jugando en el pelotero con otros chicos y no lo puedo creer. No tengo palabras de agradecimiento por la excelente atención que le dieron".