Una de cada tres mujeres padecerá incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es un mal que aqueja a una gran cantidad de argentinas. Se estima que 1 de cada 3 mujeres lo padecerá en algún momento de su vida aunque, llamativamente, la mayoría demora hasta llegar a la consulta médica, de acuerdo a lo señalado por la Dra. María Alejandra Macias, especialista en ginecología y obstetricia del Instituto de Investigaciones Médicas "Alfredo Lanari" de la Universidad de Buenos Aires.
La incontinencia urinaria es una patología ligada a la falta de control de los músculos de la vejiga y del piso de la pelvis. Se caracteriza por la pérdida de orina al estornudar, toser, reírse, sonarse la nariz, caminar o realizar cualquier movimiento que requiera esfuerzo.
Puede presentarse debido a factores genéticos, diferencias anatómicas, composición del tejido conectivo, anormalidades neurológicas e hipermotilidad uretral, o como consecuencia de embarazos y partos, la edad, los cambios hormonales, variaciones abruptas en el peso corporal y por algunas medicaciones.
"Todas estas circunstancias contribuyen a producir un estiramiento del tejido vaginal, dañar el suelo de la pelvis y alterar el colágeno y la mucosa de la pared vaginal, cambios anatómicos que provocan que, ante el menor esfuerzo, se produzca incontinencia urinaria que afecta la calidad de vida de quienes las padecen" describió la Dra. Laura Alfie, dermatóloga, directora médica de la Clínica de Dermatología y Estética Clider, de Martínez.
Hasta el momento las alternativas disponibles consistían en la realización de ejercicios especiales para fortalecer el piso pélvico, la utilización de dispositivos de estimulación eléctrica y magnética, y la indicación de algunos medicamentos. Sin embargo, los resultados siempre fueron muy parciales y revertían ante la interrupción de la terapia.
La Dra. Alfie, quien también es miembro de la Sociedad Argentina de Láser y Tecnología Médica, destaca que "hoy se dispone de una opción altamente efectiva, el láser CO2 fraccionado que trabaja sobre la contracción de las paredes de la vagina, revitalizándolas y logrando así evitar el escurrimiento de orina de la vejiga. Se indica para los casos de incontinencia de grado medio y es una técnica mínimamente invasiva que no requiere anestesia, reposo, ni cirugía, y que no causa dolor. La sensación durante el tratamiento es muy similar a la de una ecografía ginecológica".
El procedimiento tiene una duración total de 15 minutos y se requieren 3 sesiones espaciadas por un mes cada una.
"En nuestro Centro vemos a diario los excelentes resultados que se pueden alcanzar con este equipamiento de última generación. El láser de CO2 fraccionado está especialmente diseñado para trabajar sobre las paredes de la vagina y entregar calor. Ese calor, que no daña la piel de la zona, promueve la formación de colágeno y el colágeno tensa la vagina, mejorando su laxitud. También la uretra, que ha perdido el ángulo por la flacidez, lo vuelve a recuperar y en el 83% de los casos, desaparece esa incontinencia urinaria por esfuerzo", consignó la Dra. Alfie.
"Cualquier actividad que implique esfuerzo deja de ser placentera y pasa a transformarse en una situación de alerta. Las personas, más allá de su edad, desean estar integradas socialmente y disfrutar de una buena calidad de vida, mientras que esta patología suele generar verdaderas limitaciones", aporta la Dra. María Alejandra Macias.