El sonido, los ritmos, la voz, la melodía y la armonía son los elementos clave de la musicoterapia, uno de los enfoques de trabajo que se utilizan en "El Nido", Centro de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana [Av. Andrés Rolón 1879, Beccar].
Los resultados de este tratamiento son tan variados como sorprendentes: aumento de la comunicación y la movilidad, mejoramiento de las relaciones personales y cambios a nivel físico, emocional, cognitivo, social y mental.
"Los bebés comienzan a escuchar desde la semana 25 de gestación por lo que el estímulo sonoro está presente en la vida de todos los seres humanos desde siempre. Aquí tratamos de restablecer y estimular el mundo sonoro", expresó la musicoterapeuta María Andrea Luía. "Contamos con un set de instrumentos musicales y el espacio apropiado para poder estimular lo más posible al niño. Muchas de las sesiones son en familia para que los papás conozcan el tratamiento y fortalezcan la relación con su hijo", especificó.
La Dra. María José Fattore, directora del Centro, agregó: "En algunas sesiones realizamos coterapia, es decir, dos profesionales de distintas áreas trabajando con un mismo paciente para que la atención sea más precisa".
El eje central de este Centro es detectar y atender los trastornos del desarrollo infantil de modo individual con un equipo interdisciplinario, formado por estimuladoras tempranas, fonoaudiólogas, kinesiólogas, psicólogos, terapistas ocupacionales, musicoterapeutas y trabajadoras sociales.
Se trabaja en los tres niveles de atención: primaria (asesoramiento a padres), secundaria (detección oportuna de algún problema del desarrollo) y terciaria (tratamiento específico).
"Durante 2015 brindamos más de 21.000 prestaciones y en la actualidad tenemos más de 200 niños en tratamiento", concluyó la directora.