La llegada de camalotes a la zona ribereña trajo ofidios, algunos venenosos. Por ese motivo el Dr. Adolfo de Roodt, médico veterinario especialista en la materia brindó una capacitación en el aula magna del Hospital Central de San Isidro.
"La primera regla es evitar tocar al animal. En caso de mordedura hay que consultar rápidamente al médico y no aplicar tratamientos caseros", explicó el profesor en la primera Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina de la U.B.A.
En caso de mordedura se debe tener en cuenta la distancia entre los dientes inoculadores del animal que quedó en la piel. Si fue una cría de yarará (son de tamaño pequeño con tres o cuatro miligramos de veneno) la distancia es ínfima.
"En cambio, si el espacio de las marcas es de dos centímetros estamos hablando de un ofidio de un metro y medio con más veneno. Si la persona no recibe tratamiento urgente, las consecuencias pueden ser graves", agregó el especialista.
La subsecretaria de Salud Pública, Dra. Susana Abelleira, expresó que es muy importante recibir una capacitación con especialistas de este tipo, ya que se genera una interacción enriquecedora con los profesionales municipales.
"Meses atrás con la visita de los camalotes hubo una especie de psicosis con los animales venenosos. En San Isidro si bien no hubo casos de mordeduras, sí hubo presencia de serpientes; por lo que contar con este prestigioso médico aporta mucha claridad al tema", concluyó Willy Brian, de la Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad municipal.
Qué actitud tomar frente a una mordedura de algún animal venenoso, cómo prevenir accidentes, tipos de mordeduras para aplicar el tratamiento adecuado; y el caso de la yarará en la Región Metropolitana Norte fueron los puntos más salientes de la jornada.