Detección precoz de problemas visuales en los chicos
La vuelta al colegio es un buen momento para prestar atención a los ojos de los más chicos. Generalmente se supone que un niño tiene problemas de aprendizaje y/o atención, cuando en realidad el motivo puede ser algún problema en su visión.
El ojo de un niño es inmaduro y está en constante crecimiento hasta los 7 u 8 años. El control a tiempo de las alteraciones visuales puede ser el factor determinante para evitar un bajo rendimiento escolar. Por este motivo, Transitions Optical conciente de que el 80% de todo lo que aprende un niño se realiza a través de los ojos en los primeros 12 años de vida, recomienda revisar la vista de los más pequeños durante el regreso al colegio, es decir, al menos una vez al año y evitar problemas de estudio y atención en el aula.
La escuela es el lugar más apropiado para detectar los problemas oculares en la infancia. Son muchos los signos que pueden generar sospechas a los maestros: acercarse mucho al cuaderno a la hora de escribir o leer, errores al copiar palabras del pizarrón, taparse un ojo para concentrarse al hacer los ejercicios en clase, saltarse palabras o renglones al leer ó seguir la lectura con el dedo.
En casa es importante también que los padres presten atención a los siguientes indicios:
Presenta ojos enrojecidos o llorosos
Tiene dolores de cabeza, mareos y náuseas
Entrecierra constantemente los ojos para poder ver bien
Se frota los ojos de forma repetida
Tiene excesiva sensibilidad a la luz
Se acerca de forma exagerada a la televisión para ver correctamente
Tiene una mala percepción visual, por ejemplo, confunde la "a" con la "e", la "u" y la "n"
El Dr. Pablo Daponte, presidente del Consejo Argentino de Oftalmología, recomienda que "tanto padres como maestros tengan en cuenta estas señales que manifiestan algún trastorno visual en los niños y que hacen que sea necesaria una consulta con el especialista en visión para comenzar lo antes posible con su tratamiento".
Algunos consejos
Existe una serie de recomendaciones que los padres pueden poner en práctica para cuidar la visión de sus hijos y ayudarlos a mejorar los procesos de aprendizaje:
Esté pendiente a señales que pueden ser indicio de problemas visuales y asegúrese de hacer una cita con un especialista de inmediato si es que nota alguna de ellas. Cuando los problemas de la vista se tratan a tiempo, generalmente pueden remediarse.
Enséñele a sus niños a no frotarse los ojos con las manos sucias, ya que es así como las bacterias y los virus se multiplican en muchos casos.
Protéjalo del sol durante las actividades. Demasiada exposición al sol puede aumentar las probabilidades de que los ojos de sus niños sufran de serios daños, como la degeneración macular. De hecho, el 80% del daño a la visión ocurre antes de los 18 años, por eso es importante tomar precauciones a temprana edad para proteger los ojos y la delicada piel alrededor de ellos.
Usar lentes adecuados que bloqueen el 100% de los rayos ultravioleta (UVB), es una excelente decisión.
Considere los lentes fotosensibles. Si su hijo necesita anteojos recetados, los lentes fotosensibles Transitions® son una perfecta opción para lentes de uso diario, dado que se adaptan rápidamente a las distintas condiciones de luminosidad, permitiendo que la cantidad adecuada de luz llegue a los ojos. Están disponibles en todos los formatos y graduaciones, además cuentan con 100% de protección UVA y UVB.
Cuide que el lugar donde hace la tarea esté bien iluminado para que no fuerce la vista.
Limite el tiempo que pasa frente a pantallas de TV, computadora o dispositivos móviles
Lleve al niño a revisión con su médico oftalmólogo, mínimo una vez al año. Las revisiones periódicas detectan y previenen problemas visuales.
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