Juan Escalada, vecino de Boulogne, de 47 años, tenía una alteración en la córnea (distrofia reticular) y estaba casi ciego, pero tras un exitoso trasplante de córnea en el Hospital Central de San Isidro recuperó su vista.
"Ahora puedo mirar tele sin tener que sentarme pegado a ella, leer letras pequeñas, distinguir colores. ¡La operación me cambió la vida!, porque volví a hacer cosas que hace años no podía hacer”, celebra el vecino.
Tiempo atrás, la familia de Escalada vio un aviso en el Hospital de Boulogne que anunciaba la buena noticia de que el Hospital Central había sido autorizado a realizar trasplantes de córnea. Así se enteró Juan.
"El trasplante fue exitoso, es el primero de 2015. El paciente ya puede ver, estamos felices. Se trata de un gran progreso para el Hospital y una alegría brindarle este servicio gratuito a los vecinos de San Isidro", expresa la Jefa del servicio de Oftalmología, Nora Bruno. El paciente sigue con medicación bajo control médico estricto.
La distrofia reticular suele ser algo hereditario, la córnea se fue opacando y el joven perdió de a poco la vista.
"La atención del Hospital Central de San Isidro fue y sigue siendo excelente desde el primer día que comencé con todo para la operación, hubo doctores que vinieron al hospital fines de semana sólo para atenderme. Les agradezco enormemente a todos, porque me devolvieron parte de mi vida”, concluye Escalada.
El Hospital Central es uno de los 7 hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires aprobado por el INCUCAI para realizar esta práctica.
La córnea es la parte anterior del ojo, se trata de un tejido sensible transparente que nos permite ver. El trasplante significa el cambio de una córnea alterada por otra sana. La operación puede realizarse gracias a personas que antes de morir donan sus córneas.
En Mayo de 2013, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires habilitó al Hospital Central de San Isidro “Dr. Melchor Ángel Posse” para realizar trasplantes de córnea y demás tejidos constitutivos del ojo en pacientes adultos. Esta práctica permite a personas con ceguera recuperar la vista.
La habilitación fue avalada previamente por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante y el Centro Único de Ablación e Implante de la Provincia de Buenos Aires.