[2005] - La Cámara de Diputados dio hace unas semanas media sanción al proyecto que consagra la figura del donante presunto, en la nueva legislación sobre trasplante de órganos. La novedad es que en caso de ser aprobada por el Senado, la ablación podrá efectuarse a toda persona mayor de 18 años que no haya dejado constancia en vida de su oposición a la extracción de sus órganos o tejidos.
El debate se abrió y conversamos con el Dr. Ignacio Vélez, coordinador de la Campaña Nacional de Donación de Órganos del Incucai, vecino de Beccar y ex jugador de rugby del Club Pueyrredón.
Para simplificar el entendimiento de este proyecto de ley, que ya tiene la media sanción de la Cámara de Diputados, se puede decir que quienes están de acuerdo con ella, piensan que la necesidad de satisfacer las necesidades de quienes esperan un órgano en las listas del Incucai, justifica que el Estado obligue a quien no quiera donar sus órganos que lo haga constar, incluso en un registro especial.
El resto -siempre mayores de 18 años- se transforma así en donante de hecho en caso de muerte. Puede mediar un pronunciamiento expreso de la familia si el fallecido les hubiera comunicado su deseo de no donar.
Para los legisladores que se oponen -en casi todos los casos aclararon que eran donantes- la clave de la discrepancia es por el carácter imperativo, que algunos calificaron de "violencia moral", como es extraer los órganos a quien no ha manifestado en vida esa voluntad.
También pusieron reparos en cómo funcionará el sistema en áreas no urbanas, más proclives a la carencia de información. Otra de las críticas fue porque las autoridades del Incucai serán, en todos los casos, designadas por el Poder Ejecutivo Nacional.
El Dr. Ignacio Vélez, coordinador de la Campaña Nacional de Donación de Organos del Incucai y vecino de Beccar, nos dio su punto de vista acerca de la ley de donante presunto: "La ley en vigencia, dice que todos los argentinos para ser donantes debemos expresarlo explícitamente, o sea que presume que ninguno quiere ser donante salvo que diga lo contrario. La actual ley presume al revés, es decir, que todos queremos ser donantes salvo que digamos lo contrario, o sea que en realidad lo que modificamos es la presunción del componente solidario en la sociedad".
La gravitación futura de esta norma generó un debate equivalente a la ley madre que intenta modificar, o sea la 24.193 de Trasplante de Organos y Material Anatómico Humano, votada en 1993.
Si esta ley se sanciona, en el caso de los menores fallecidos, deberá mediar autorización de sus padres o representante legal y en última instancia por el pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive, mayor de 18 años que haya estado presente en el lugar del deceso.
En el Registro Civil, todo funcionario estará obligado a requerir de las personas mayores que concurran para realizar cualquier trámite a que expresen si son o no donantes, lo cual será asentado en el documento de identidad y se comunicará al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
"Nosotros creemos que la mayoría de los argentinos quiere ser donante –asegura el entrevistado- de hecho las encuestas lo han demostrado, cuando empezamos con esta campaña hace más de dos años era muy baja la presencia del tema pero ahora ya tenemos todas las encuestas que están hablando dentro de un 70 y un 80% de los argentinos, y por supuesto se va a respetar el derecho individual, o sea, cualquiera que no quiera ser donante puede decir que no".
"Creo que con esta ley vamos a mejorar mucho más la donación y vamos a poder ante todo, cubrir la enorme cantidad de argentinos que están en lista de espera, y esto tiene que ser un tema resuelto por la sociedad, entre todos, y para todos".
