El Hospital Central de San Isidro [Av. Santa Fe 431] pone a disposición de los vecinos el Consultorio de Trastornos de la Alimentación que atenderá a pacientes que padecen de anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios. Este servicio estará a cargo de un equipo interdisciplinario integrado por nutricionistas, médicos clínicos, psicólogos y psiquiatras.
Los viernes, de 12:00 A 15:00, se realizarán entrevistas de orientación en el consultorio N 35 del Servicio de Salud Mental, a cargo de Liliana Cantagalli, en las que se decidirá qué tipo de tratamiento requiere cada caso en singular: psicológico individual, interconsulta psiquiátrica, entrevistas familiares o derivación a talleres.
El tratamiento psicológico individual irá de la mano con un control nutricional a cargo de las nutricionistas María Victoria Azpiazu y Cecilia Mountjoy, además de una evaluación clínica de la doctora Laura Kosmus.
Sobre estas enfermedades la secretaria de Salud informó:
Se entiende por anorexia la abstinencia alimentaria. Las personas que sufren esta patología ingieren poca cantidad de comida o realizan dietas severas, lo que provoca la pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un período breve). También realizan rituales con la comida tales como contar calorías o descuartizarla en trozos pequeños.
Por lo general este tipo de pacientes rechaza comer en sociedad (fiestas o reuniones familiares). Además sufren de un miedo inmenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo normal, y en algunas ocasiones practican gimnasia u otros deportes en exceso.
Otra de las características de esta enfermedad es esconder el cuerpo debajo de ropa holgada, negándose a usar traje de baño. Las personas pueden sufrir atracones, usar diuréticos y laxantes como conductas purgativas. Otra consecuencia es la falta de menstruación o retraso en su aparición.
Entre los síntomas también aparece la palidez, caída del cabello, sensación de frío y dedos azulados. Cambio de carácter (irritabilidad, ira). Así como sentimientos depresivos, de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. Todo esto lleva al aislamiento social.
En la mayoría de los casos la anorexia se presenta con otro trastorno de la alimentación descripto como bulimia (nerviosa) que se caracteriza por la presencia de atracones recurrentes, es decir, comer de forma compulsiva o esconde comida.
Para perder peso la persona recurre a provocarse vómitos, su situación queda manifiesta al dirigirse al baño después de comer. El miedo a engordar hace que hable de peso, calorías, dietas, como una preocupación constante.
También produce modificaciones del carácter tales como depresión, sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza, sensación de descontrol, acompañados de una severa autocrítica.
Las personas que padecen estas enfermedades tienen la necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto de su persona. Entre los síntomas se puede mencionar irritación crónica de la garganta, fatiga y dolores musculares y caída de dientes.