Ante la aparición de nuevos brotes en Misiones y focos caninos infectados en la provincia de Buenos Aires, surge la necesidad de concientizar sobre el riesgo potencial de expansión, desde el nordeste del país hacia esta zona y durante la primavera y el verano, de la leishmaniasis visceral.
Se trata de una enfermedad causada por un protozoo del género Leishmania y transmitido por la picadura de moscas del género Phlebotomus, mas conocidas como toritos, carachai o jejenes. Es una de las zoonosis emergentes de estos últimos años en nuestro país, la enfermedad se instala en áreas urbanas y peri-urbanas con "virulencia exacerbada" (OMS 2009). Por su naturaleza zoonótica, afecta tanto a humanos como a perros, siendo estos últimos los principales reservorios urbanos del parasito. La enfermedad en hombres produce daños en órganos internos y debe se diagnosticada y tratada en el menor tiempo posible.
Si bien aun no se han registrado casos autóctonos en la provincia de Buenos Aires, se hace imprescindible comenzar a tomar las medidas necesarias de prevención. La enfermedad se ha estado desplazando, desde el año 2006, a partir de focos de transmisión autóctona en Argentina. Se ha registrado, desde entonces, transmisión vectorial en Misiones (brotes humanos residentes en 7 localidades), Corrientes, Santiago del Estero (La Banda -casos humanos) y Formosa (Clorinda, casos de leishmaniasis canina), con presencia comprobada del vector hasta el sur de la provincia de Corrientes (Monte Caseros), perros con diagnóstico confirmado o presuntivo, sin transmisión vectorial comprobada en Santa Fe y Chaco, y canes con infección importada en Entre Ríos y Buenos Aires. (Programa Nacional de Leishmaniasis - 2009)
El Vicepresidente del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA) Dr. Osvaldo Rinaldi alerta: "…en nuestra provincia todavía no tenemos el vector, pero éste ha ido bajando y se encuentra cada vez más cerca. Dado que sí registramos casos de perros que llegaron enfermos de zonas endémicas, es preciso tomar recaudos ya que podrían darse las condiciones para que comience el ciclo de la leishmaniasis también entre nosotros".
Son fundamentales, en este marco, las inspecciones y los bloqueos vectoriales de Leishmaniasis. Al igual que para el mosquito del dengue, el Aedes aegypti, se deben preservar las condiciones de sanidad mediante ordenamiento ambiental, limpieza y organización de patios en donde puedan generarse focos de vectores. Deben reforzarse las medidas de salud publica para reducir las poblaciones del insecto y se deben controlar a los animales domésticos y callejeros, evitar que viajen a zonas endémicas (regulación de las importaciones de caninos) y utilización de collares y pipetas aprobadas por el Servicio Nacional de Salud Ambiental (SENASA).