El biólogo y atleta Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard, sostuvo que correr descalzo es mejor que hacerlo con calzado deportivo.
Según su opinión, correr descalzo parece ser lo mejor para los pies, ya que produce menor estrés de impacto comparado con el calzado deportivo, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature.
La investigación fue financiada en parte por una compañía fabricante de calzado minimalista que trata de imitar el pie descalzo. Lieberman dijo que la compañía no intervino en el diseño del estudio ni tuvo influencia sobre los resultados.
La gente que crece corriendo descalza -como los varones de la provincia Valley Rift de Kenia, conocida por sus maratonistas campeones- tiende a colocar el frente o el medio del pie al tocar tierra. Y cuando usan calzado, siguen corriendo así. La gente que siempre ha usado calzado deportivo acolchado tiende a caer sobre el talón.
El estudio de Lieberman indagó sobre el impacto que tienen los distintos tipos de carrera sobre los pies y encontró que los corredores calzados tocan el suelo con la masa de toda la pierna, casi el 7% del cuerpo. Es tres veces mayor al impacto que sufre el pie del corredor descalzo.
"Se trata de saber cómo se toca el suelo -dijo Lieberman, especialista en biología evolutiva humana-. Cuando uno toca el suelo, una parte del cuerpo se detiene en seco".
Para el que corre con el pie calzado, "es como sufrir un golpe de martillo en el talón", dijo. En cambio, "los corredores descalzos prácticamente no sufren colisión".
Pero los corredores no deben despojarse del calzado bruscamente o adoptar el calzado que imita el correr descalzo de manera abrupta, dijo Lieberman. Quien cambie bruscamente "tiene una alta probabilidad de lesionarse", advirtió. El cambio en el calzado o la distancia debe ser gradual, a razón del 10% por semana.
El estudio no indaga en las lesiones ni concluye que éstas son más frecuentes en los que corren calzados. Ese debería ser tema de una próxima investigación, sostuvo.
Lieberman ha estudiado la evolución de la carrera de larga distancia. Hace 2 millones de años, nuestros antepasados -según la teoría de la evolución- la utilizaban para agotar a su presa en las cacerías prolongadas. Encontró que la invención del calzado deportivo moderno en los '70 modificó la manera de caminar. Y el cambio no fue necesariamente positivo.
El doctor Pietro Tonino, jefe de medicina deportiva en el sistema de salud de la Universidad Loyola en Chicago, quien no participó del estudio, dijo que las conclusiones le parecían sensatas. "La lesión más común en los corredores es la de talón", dijo. La más frecuente es la fascitis plantar, una dolorosa irritación e inflamación.
[Fuente: Nature]