El proceso mediante el cual los alimentos entran en contacto con otros que contienen elementos o procesos inconvenientes para la salud se denomina "contaminación cruzada".
Tal definición vale tanto para alimentos cocidos que se contaminan con otros que están crudos (verduras y carnes), como para los que no deben tener gluten, por ejemplo, y entran en contacto directo con él o con los utensilios que lo tocaron.
La contaminación cruzada es algo que puede evitarse si se tiene conocimiento de los riesgos que acarrean y se procede como corresponde en la manipulación de los alimentos.
El Síndrome Urémico Hemolítico
Fue descripto por primera vez en la Argentina por el prestigioso pediatra sanisidrense Dr. Carlos Arturo Gianantonio.
Es un cuadro usualmente está causado por una cepa específica de la bacteria Escherichia coli, que provoca insuficiencia renal, anemia hemolítica, trombocitopenia y defectos de la coagulación. Las toxinas bacterianas producen lesiones en los vasos sanguíneos que afectan al riñón, aunque también puede provocar daños al sistema nervioso central y al aparato gastrointestinal.
El Dr. Gianantonio fue quien introdujo la diálisis peritoneal en el manejo de los pacientes con esta enfermedad lo que disminuyó la mortalidad en la etapa aguda de un 15 % al 3%.
El Hospital Materno Infantil de San Isidro [Diego Palma 505, San Isidro] lleva el nombre de este prestigioso médico que falleció en 1995.
El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que afecta a niños de 6 meses a 5 años y es la primera causa de insuficiencia renal aguda en niños. Puede causar la muerte o dejar secuelas como insuficiencia renal crónica, hipertensión arterial y alteraciones neurológicas.
Síntomas
Están vinculados a cuadros de diarrea que a los pocos días se torna hemorrágica y deteriora el estado general del niño, que se manifiesta con una palidez y hay una destrucción masiva de los glóbulos rojos. Fiebre, vómitos, debilidad, irritabilidad, sangre en las heces, son otros de los síntomas más comunes.
La mayoría de los casos son producidos por el consumo de carne portadora de la bacteria.
Prevención
Es fundamental antes de manipular alimentos o después de ir al baño o estar en contacto con animales, lavarse las manos con agua y jabón, principalmente donde hay niños menores de 5 años.
Las frutas y verduras deben ser bien lavadas.
No usar el mismo cuchillo, tabla u otros elementos que se usaron con carne cruda para los alimentos ya cocinados.
No apoyar las bolsas de la carnicería o verdulería sobre la mesa o mesada ni permitir que toquen elementos o utensilios que entrarán en contacto con las personas al comer.
La carne debe cocinarse a 70ºC para inactivar la toxina que produce el Síndrome Urémico Hemolítico. Con la carne picada puede pasar que se cocine bien en la superficie, PERO NO EN SU INTERIOR (si hay partes rojas es que aún no está cocida y allí podría estar alojada la bacteria).
Los niños menores de 2 años NO DEBEN INGERIR COMIDAS RÁPIDAS como hamburguesas. Si lo hacen, hay que tener en cuenta los recaudos en cuanto a la cocción.
Los lácteos que se ingieran deben ser pasteurizados y con la adecuada CADENA DE FRÍO, al igual que los jugos.
En sitios públicos, prestar especial atención al uso de la grifería, picaportes y pasamanos, ya que pudieron ser tocados con las manos contaminadas.
No bañarse en aguas prohibidas o sospechosas de estar contaminadas con aguas fecales o sucias o en contacto con animales.
Consumir únicamente agua potable. En caso de duda, hervirla.
No concurrir a natatorios donde las piletas no estén adecuadamente cloradas.
La enfermedad celíaca
Es un trastorno digestivo e inmunitario crónico (a largo plazo) que daña el intestino delgado. El daño puede impedir que su cuerpo absorba vitaminas, minerales y otros nutrientes de los alimentos que consume. Esto puede provocar desnutrición y otros problemas de salud graves.
La enfermedad celíaca se presenta por comer alimentos que contienen gluten, como pan, galletitas, tartas, pastas, salsas y aderezos, cerveza, whisky, salchichas. Se trata de una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y otros cereales. También puede estar en otros productos como vitaminas y suplementos, productos para el cabello y la piel, pastas dentales y protectores labiales.
Los síntomas digestivos son más comunes en niños que en adultos e incluyen hinchazón, diarrea, estreñimiento, gases, náuseas y vómitos, dolor abdominal, pérdida de peso, fatiga, dolor de huesos o articulaciones, desnutrición, anemia, dolores de cabeza, problemas de equilibrio, menstruaciones irregulares, abortos espontáneos e infertilidad, entre otros.
Prevención
Preparar las comidas sin gluten antes que las demás.
Guardar los alimentos sin gluten en recipientes con tapa, separados de aquellos que lo contienen.
Utilizar utensilios (tablas, cuchillos, tenedores, etc.) que estén perfectamente limpios para cocinar y manipular alimentos sin gluten o disponer de elementos exclusivos para ello.