[2006] - Cada uno de los nutrientes de la dieta tiene una función específica, es por eso que tanto los excesos como las carencias son perjudiciales para la salud de nuestro perro. Será conveniente entonces conocer bien sus requerimientos cualitativos y cuantitativos.
Desde el punto de vista biológico el perro no tiene necesidad que tenemos los humanos de “variedad”. Encontramos alimentos elaborados industrialmente que resaltan la variedad con sabor a pollo, a cordero, etc. lo que posiblemente motiva al dueño, pero están lejos de satisfacer las necesidades de nuestra mascota.
Y hablando de alimentación casera, algunas veces se cometen ciertos errores al elaborar nosotros mismos las raciones, lo que puede tener consecuencias patológicas graves.
Los especialistas en nutrición se refieren a las necesidades específicas (lactación, gestación, crecimientos, mantenimiento, envejecimiento, esterilización, etc.) a las que responden más bien en términos de nutrientes y valor biológico de los mismos, digestibilidad, rendimiento nutricional, prevención y adaptación a las diferencias talla / peso que en términos de ingredientes ( pollo, cordero, pescado, hígado, etc.).
Asimismo, en el caso de ciertas enfermedades, que hay que curar y mejor aún prevenir, es necesario instaurar un régimen alimentario específico. Pero el mejor alimento del mundo no sirve para nada si no se lo consume y, por lo tanto, la apetencia de la ración es un elemento decisivo.
Hoy en día, los alimentos preparados, particularmente los alimentos secos de alta calidad (llamados “nutricionales”), responden a estos diversos requisitos.