La imagen que ilustra estas líneas es como debería presentarse tanto el libro como la película en él inspirada, si sus responsables no fueran empecinados odiadores de la verdad.
Este jueves 18 de Septiembre se estrena en los cines "Belén," una película producida por K & S, productora fundada por Oscar Kramer y Hugo Sigman, octogenario psiquiatra con pasado cercano a la subversión comunista devenido en poderoso empresario farmacéutico.
La película, dirigida y protagonizada por la activista Dolores Fonzi, toma como base el libro "Somos Belén" (Planeta), de Ana Correa, con prólogo de Margaret Atwood que se presentó en la Facultad de Derecho en Noviembre de 2019. Competirá en el Festival de cine de San Sebastián y luego llegará a la plataforma Amazon. La película, como el libro, es un engaño. Es activismo abortista puro y duro.
Esta producción como era esperable, ya se metió en la agenda de espectáculos de los medios que, fieles a su militancia por el aborto y el feminismo, han hecho entrevistas y comentado favorablemente que el cine "se ocupe de temas tan importantes" (Nelson Castro dixit).
Los cultores del homicidio infantil legal y a demanda consiguieron la sanción de la ley que mata niños y daña mujeres, pero nunca se detienen, siempre estàn financiados, siempre trabajan, nunca descansan. Odian la verdad y la decencia. Saben que siempre pueden hacer algo más para destruir, para pervertir, para perjudicar a la sociedad.
El caso
El 21 de Marzo de 2014, una mujer de 27 años a la que se llamó "Belén" ingresó al Hospital de Clínicas "Avellaneda" de San Miguel de Tucumán en busca de asistencia sanitaria.
Durante la revisión, la mujer pidió permiso para ir al baño y volvió a la sala con sus pantalones cubiertos de sangre. Minutos después, el personal médico encontró a su hijo en el inodoro del baño con traumatismo encéfalo-craneano y muerte por estrangulamiento.
Los forenses comprobaron que el cordón umbilical desgarrado del bebé coincidía con el que tenía "Belen" cuando volvió ensangrentada a la sala. La autopsia demostró que el bebé HABÍA RESPIRADO AL NACER. Por ello, en Abril de 2014 la mujer fue acusada de "HOMICIDIO DOBLEMENTE AGRAVADO POR EL VÍNCULO Y ALEVOSÍA" y condenada a 8 años de prisión por la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán.
La defensa jamás negó la existencia del hecho ni planteó irregularidades en la investigación, aunque solicitó que se la declare inimputable porque su defendida "no comprendió la criminalidad del acto".
No obstante, las pruebas fueron contundentes. "CORTÓ EL CORDÓN UMBILICAL, LUEGO LO ANUDÓ Y, CON CLARAS INTENCIONES DE PROVOCAR LA MUERTE DE SU HIJO, LO ARROJÓ POR LAS CAÑERÍAS DEL BAÑO Y TIRÓ LA CADENA", afirmaron los jueces.
La autopsia determinó que su hijo nació con vida, ya que utilizó sus pulmones para respirar. Era varón, tenía alrededor de 32 semanas, pesaba 950 gramos y medía 36 centímetros.
Tras la condena, "Belén" decidió cambiar la defensa y contrató a la abogada Soledad Deza, integrante de la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito" y miembro de la organización "Católicas por el Derecho a Decidir". Deza llevó el caso a los medios, desinformando al público e iniciando una movida de liberación de su defendida, que estaba "presa por haber sufrido un aborto espontáneo".
El viernes 12 de Agosto de aquel año se llevó a cabo una movilización en varios puntos del país tergiversando los hechos, reclamando la liberación de la acusada y presionando a la Corte para que la libere dejando de lado el atentado contra el primer derecho de todo ser humano: LA VIDA.
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