San Isidro, Buenos Aires | |

 

 

 

 

 

 

     
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  .: ACADEMICAS

 
La marihuana es un problema serio
   
Mientras los profesionales de la salud saben desde hace años los daños que produce la marihuana en una persona, no pocos grupos de consumidores se empecinan en presentarla como algo inofensivo, que no hace mal alguno, que es menos tóxico que el tabaco. NADA MÁS ALEJADO DE LA VERDAD.

En la Argentina se ha empezado a hablar con intensidad de los riesgos de que el narcotráfico ejerza mayor poder y se hable de "narcoestado" al uso de otros países. Y, curiosamente, hace mucho tiempo que el Estado en manos del kirchnerismo dio autorización para la circulación de la revista THC, refiriendo al principio activo de la planta de marihuana.

En la publicación suelen aparecer actores, músicos y otras personas públicas apoyando el consumo en el ámbito privado y, en más o en menos, impulsando la legalización. Hugo Arana, Humberto Tortonese, Daniel Aráoz, Víctor Hugo Morales, Dolores Fonzi, Daddy Brieva, Norman Briski, Luis Luque, y muchos otros posan alegremente en las portadas de distintos números de la publicación que promueve el cultivo y el consumo del alucinógeno.

El gobierno argentino que concluyó su mandato recientemente, dicen, permitió que el narcotráfico avanzara y el triple crimen en torno de la efedrina es una gran muestra de ello. ¿Podemos imaginar que el gobierno de Mauricio Macri en la Nación y de María Eugenia Vidal en la Provincia tendrán un compromiso real de cambiar el rumbo en el tema? ¿Tendrá el coraje de impedir que la publicación THC deje de circular?


¿QUÉ DICE LA MEDICINA SOBRE EL CONSUMO DE MARIHUANA?
Entrevista a los Dres. Stagno y Abiusi, del Hospital de Boulogne


EFECTOS DE LA MARIHUANA

Este tóxico provoca efectos concretos en la percepción de la realidad y reducción en los reflejos que pueden, sin dudas, intervenir severamente en el manejo de vehículos y ser un factor de riesgo en accidentes.

La marihuana proviene de la planta cannavis sativa, de origen asiático cuyo ingrediente principal activo es el tetrahidro-cannabinol (THC).

En la actualidad el llamado "porro" tiene un 18 % contenido medio de THC. En 1960 cuando se hicieron investigaciones que dudaban de la nocividad de la marihuana, el "porro", no superaba el 1 o 2 % de esta sustancia. Hoy la droga es 18 veces más poderosa. De estos estudios surgen las iniciativas de la legalización; en realidad hoy la marihuana es mucho más potente y altera todos los circuitos neuroquímicos cerebrales.

La marihuana (el THC) se asocia a la grasa humana y esto sucede por que es una droga liposoluble. Sólo se disuelve en la grasa y al cuerpo le cuesta mucho deshacerse de ella. Esto hace que la vida media en el organismo, dure más que otras drogas que son hidrosolubles. En este caso se deshace, más rápidamente de ella como el caso de la cocaína o el alcohol. El THC se acumula en los tejidos grasos.

El sistema nervioso posee miles de millones de neuronas con dos energías que libera (eléctrica y química) y que son responsables de todos los procesos conductuales, mentales y psicológicos. Entre todas las paredes de las neuronas y en los espacios intercelulares que son tejidos grasos se estaciona y deposita el THC. Las paredes neuronales se engrosan. Se estudió el cerebro de dos monos que fumaban dos o tres "porros" por semana (con sólo el 2 % de potencia de THC) durante tres meses y se comprobó en biopsias de cerebro que había grandes acumulaciones de THC en los espacios intercelulares.

Los ovarios y los testículos son sede también de tejidos grasos. Se reduce progresivamente en los varones el nivel de la hormona masculina por la acumulación de THC en los testículos. En algunas oportunidades cuando el nivel de testosterona baja mucho, al hombre se le pueden desarrollar los pechos y puede formársele leche. En las mujeres que consumen mucha marihuana existen problemas de fertilidad y aumenta notablemente la incidencia de abortos espontáneos.


El THC y el sistema inmunológico

Los glóbulos blancos que son los guardianes que nos protegen de las infecciones están compuestos principalmente por grasa. La marihuana, por ende, nos baja las defensas y nos hace más propensos a infecciones. De ahí que el fumador de marihuana está expuesto y desprotegido frente a los virus y bacterias. En quienes están infectados por el virus del SIDA la posiblidad de fumar marihuana precipita la eclosión de la enfermedad ya que baja las defensas y resistencias orgánicas.

La marihuana es muy peligrosa. A diferencia del alcohol, que por lo general abandona el organismo antes de 24 horas en virtud de su carácter hidrosoluble, la marihuana es liposoluble, lo que significa que los productos químicos psicoactivos se fijan en las partes grasas del organismo.

Una amplia investigación ha demostrado que la marihuana altera la memoria reciente y retarda el aprendizaje; dificulta las funciones reproductoras normales; afecta negativamente a las funciones cardíacas; tiene graves consecuencias sobre la percepción y el desempeño de actividades especializadas, como la conducción u otras tareas complejas en las que intervienen el juicio o destrezas motoras especiales, y dificulta seriamente las funciones, pulmonar y respiratoria.

Se detecta que una persona ha fumado marihuana por un olor dulzón en la habitación, en la ropa, etc. Asimismo, el aspecto general del consumidor es de embriaguez (aunque sin olor a alcohol).


EFECTOS SOBRE EL CEREBRO

Los científicos han aprendido mucho sobre cómo el THC actúa en el cerebro para producir sus muchos efectos. Cuando una persona fuma marihuana, el THC pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea, que transporta el químico a los órganos en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro.

En el cerebro, el THC se conecta a sitios específicos en las células nerviosas llamados receptores de canabinoides, e influye en la actividad de dichas células. Algunas áreas del cerebro tienen muchos receptores de canabinoides; otras tienen pocos o ninguno. Muchos receptores de canabinoides se encuentran en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y en el movimiento coordinado.

Los efectos a corto plazo del uso de la marihuana pueden incluir problemas de la memoria y el aprendizaje; percepción distorsionada; dificultades para pensar y solucionar problemas; pérdida de la coordinación; y un aumento del ritmo cardiaco. Los hallazgos de las investigaciones sobre el uso crónico de la marihuana indican que hay algunos cambios en el cerebro similares a aquellos que se ven después del uso a largo plazo de otras drogas de abuso. Por ejemplo, la interrupción de la administración de canabinoides (el THC o formas sintéticas del THC) a animales que han sido expuestos crónicamente al químico, produce un aumento en la activación del sistema de respuesta al estrés y cambios en la actividad de las células nerviosas que contienen dopamina. Las neuronas que contienen dopamina están involucradas en la regulación de la motivación y la compensación, y están directamente o indirectamente afectadas por todas las drogas de abuso.


EFECTOS SOBRE EL CORAZÓN

Un estudio ha indicado que el riesgo de que un usuario sufra un ataque al corazón se cuadruplica en la primera hora después de haber fumado marihuana. Los científicos sugieren que tal efecto puede ocurrir debido a los efectos de la marihuana sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco y la reducción en la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.


EFECTOS EN LOS PULMONES

En un estudio de 450 personas se encontró que quienes fumaban marihuana frecuentemente pero no fumaban tabaco tenían más problemas de salud y perdían más días de trabajo que los que no fumaban. Muchos de los días adicionales de enfermedad entre los fumadores de marihuana que participaron en el estudio fueron por enfermedades respiratorias.

Aún el uso infrecuente puede causar irritación y ardor en la boca y en la garganta, a menudo acompañados de una tos fuerte. Alguien que fuma marihuana regularmente puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario, mayor frecuencia de enfermedades agudas del pecho, riesgo mayor de infecciones pulmonares, y mayor tendencia a la obstrucción de las vías respiratorias. Fumar marihuana también aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de la cabeza o del cuello, y mientras más marihuana se fuma, mayor es la probabilidad. Un estudio que comparó 173 pacientes con cáncer y 176 personas saludables produjo fuerte evidencia de que el fumar marihuana duplica o triplica el riesgo de estos tipos de cáncer.

El uso de la marihuana también tiene el potencial para promover el cáncer de los pulmones y otras partes de las vías respiratorias debido a los irritantes y carcinógenos que contiene. De hecho, el humo de la marihuana contiene entre 50 y 70 por ciento más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco. También produce altos niveles de una enzima que convierte ciertos hidrocarburos a su forma carcinógena, niveles que pueden acelerar los cambios que finalmente producen las células malignas. Los usuarios de marihuana generalmente inhalan más profundamente y sostienen su respiración más tiempo que los fumadores de tabaco, lo que aumenta la exposición de los pulmones al humo carcinógeno. Estos hechos sugieren que la marihuana puede aumentar el riesgo de cáncer aún más que el tabaco.


OTROS EFECTOS EN LA SALUD

Algunos de los efectos adversos de la marihuana en la salud pueden ocurrir porque el THC deteriora la habilidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades infecciosas y el cáncer. En experimentos de laboratorio exponiendo células animales y humanas al THC, o a otros ingredientes de la marihuana, se encontró que las reacciones normales de prevención de enfermedades estaban inhibidas en muchos tipos clave de células inmunológicas. En otros estudios, los ratones expuestos al THC o a sustancias relacionadas tenían más probabilidad de desarrollar infecciones bacterianas y tumores que los ratones no expuestos.


EFECTOS DEL USO FRECUENTE DE LA MARIHUANA EN EL APRENDIZAJE Y LA CONDUCTA SOCIAL

La depresión, la ansiedad, y las alteraciones en la personalidad han sido asociadas con el uso de marihuana. Las investigaciones demuestran claramente que la marihuana tiene el potencial de causar problemas en la vida cotidiana o empeorar los problemas actuales del usuario. Ya que la marihuana afecta la habilidad para aprender y recordar información, mientras más marihuana use una persona, mayor es la probabilidad de que se retrase en la adquisición de habilidades intelectuales, laborales o sociales. Es más, las investigaciones han demostrado que el impacto adverso de la marihuana sobre la memoria y el aprendizaje puede durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga han desaparecido.

Los estudiantes que fuman marihuana obtienen notas más bajas y tienen menos posibilidad de completar sus estudios, en comparación con sus compañeros que no fuman. Un estudio de 129 estudiantes universitarios encontró que en los usuarios establecidos de marihuana (aquellos que fumaron la droga por lo menos 27 de los 30 días anteriores), las habilidades críticas relacionadas a la atención, memoria y aprendizaje sufrieron un deterioro significante aún después de no haber usado la droga por lo menos 24 horas. Los usuarios establecidos de marihuana que participaron en el estudio tuvieron más problemas para mantener o cambiar la atención, así como para registrar, organizar y usar la información, que los participantes del estudio que habían usado marihuana durante no más de 3 de los 30 días anteriores. Por lo tanto, alguien que fuma marihuana todos los días puede estar funcionando continuamente a un nivel intelectual reducido.

Más recientemente, tomando un grupo de usuarios de marihuana establecidos por largo tiempo, los mismos investigadores demostraron que su habilidad para recordar palabras de una lista continuó deteriorada una semana después de haber dejado de usar la marihuana, pero se normalizó a las cuatro semanas. Por lo tanto, es posible que algunas habilidades cognitivas se puedan restaurar en las personas que dejen de fumar marihuana, aún después de un uso arraigado por largo tiempo.

Es más probable que los trabajadores que fuman marihuana tengan problemas en el trabajo que sus colegas que no la fuman. Varios estudios asocian el hábito de fumar marihuana de un trabajador con un aumento en las ausencias, retrasos, accidentes, reclamos al seguro ocupacional, y cambios de trabajo. Un estudio de trabajadores municipales encontró que los empleados que usaban marihuana dentro o fuera del trabajo reportaron más "comportamientos de aislamiento" (como dejar el trabajo sin permiso, soñar despierto, usar el tiempo de trabajo para asuntos personales, y evadir sus responsabilidades laborales), que afectan adversamente la productividad y la moral. En otro estudio, los usuarios de marihuana reportaron que el uso de la droga perjudicaba varias medidas importantes del rendimiento en la vida incluyendo las habilidades cognitivas, el estatus profesional, la vida social, y la salud física y mental.

 
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