Finalizando el verano y las propuestas municipales en los campos de deportes, alrededor de 10.000 personas participaron de las fiestas de cierre de febrero.
El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, participó de todos los encuentros, que incluyeron muestras de las actividades realizadas, coreografías, competencias, juegos y mucha música.
"Me encanta venir a los cierres y ver cómo los cinco mil colonos le muestran a sus padres, hermanos y abuelos lo que aprendieron durante el mes. Las colonias son fundamentales para formar a los chicos en valores", afirmó Posse.
"Esta es una etapa en donde muchos niños se inician en el deporte y luego continúan, a lo largo del año, en las escuelas municipales. Además sociabilizan y hacen amistades, lo cual promueve la integración social".
De lunes a viernes los niños, de 5 a 12 años, y adolescentes, de 13 a 17, practicaron deportes como el atletismo, fútbol, natación, rugby, hockey, windsurf, embarcación a vela, gimnasia artística, circo y telas, handball, básquet y voley, entre otros.
También participaron los niños del CeMAE (Centro Municipal de Actividades Especiales), que, desde el Campo Nº 1, brindó tareas recreativas, deportes y juegos a chicos y adultos con capacidades especiales.
Mientras miraba sonriente a su hijo que nadaba en la pileta del Campo Nº 4, Dafne Ballarsqui, de Martínez, destacó: "Vengo
todos los años a los cierres y las propuestas siempre son nuevas. Me gusta mucho ver cómo los chicos la pasan bien y juegan".
"La verdad que todo es excelente. La cultura del deporte es muy importante acá en San Isidro y con esto se nota", enfatizó Pablo Bassu, de San Isidro.
Después de hacer una impresionante coreografía de gimnasia artística junto a sus compañeras de campo, Catalina Ruiz, que tiene once años y es de Boulogne, comentó entusiasmada: "Las colonias son lo mejor que me pasó en mi vida".
"Las colonias son increíbles para hacer amigos. Son como el cole pero mucho más divertidas", aseguró Brian Fernández, que tiene nueve años y es de Villa Adelina.
Con lágrimas en sus ojos, al ver a su nieta bailar, Emilia Difeo, de Acassuso, sostuvo que le parecía de primer nivel la organización de los cierres.
"Amé las colonias y especialmente meterme en la pileta todos los días. ¡No veo la hora de volver el año que viene!", contó Cielo Cantona, de once años, que vive en Beccar.
