San Isidro, Buenos Aires | |

 

 

 

 

 

 

     
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Fue inaugurada la muestra sobre la barbarie nazi hacia las personas con discapacidad
   
[2012] - Con la presencia de representantes de entidades dedicadas a la discapacidad y alumnos de escuelas del distrito, fue inaugurada en la mañana del lunes 29 de Octubre la muestra itinerante del Centro Wiesenthal "La eutanasia nazi de las personas con discapacidades: las primeras víctimas de Hitler" en el Concejo Deliberante [25 de Mayo 457, San Isidro], que estuvo abierta hasta el viernes 2 de Noviembre.

La ceremonia de apertura fue iniciada por el secretario de Integración Comunitaria, Lic. Arturo Flier, quien señaló que la muestra “tiende a recordar y a educar. Si bien se refiere a la eugenesia, la matanza que se hizo de personas con discapacidad durante el régimen nazi y que continuó con el holocausto de diversos pueblos –entre ellos particularmente el pueblo judío- no es una historia que le pertenezca a una nación, sino que le pertenece a toda la humanidad”.

Seguidamente, la Lic. Rita Kuzis, presidente del Concejo Deliberante, agradeció que la muestra se lleve a cabo en las instalaciones del legislativo al tiempo que destacó la presencia de jóvenes en el acto.

Si pudiéramos dimensionar lo que significa esta muestra, la historia, lo que nos muestra: cuando el nazismo empieza lo hace con la discriminación hacia los discapacitados. Es ahí donde comienza toda esa persecución. Yo pediría enfáticamente que tengamos presente esto porque fue hecho por personas. Podríamos pensar que era un loco, un terrorista, un malvado, pero esto fue hecho por personas comunes. Cuando discriminamos, cuando no respetamos al otro, cuando tenemos dificultades para ver a otro, pensemos que todas estas cosas horrorosas son hechas por personas comunes y que esto está latente, que no es casual.”, señaló la concejal.

Sin nombrarlos, pero refiriéndose claramente al activista Luis D’Elia, la Lic. Kuzis, cuestionó a quienes acompañan la causa iraní, avalando “a quienes en su locura puede hacer sobre nosotros lo que quiera. No vamos a negociar con aquellos que lo único que quieren provocar es el horror. El horror está en cualquier lado y en cualquier momento”, concluyó la presidente del Concejo.

Por su parte, Sergio Widder, director para América Latina del Centro Simón Wiesenthal, -hombre circunstancialmente nacido en el partido de San Isidro-, expresó que la muestra fue creada por la Asociación de Estudios Históricos Olokaustos y que cuenta con el auspicio de UNESCO. “Quiero agradecer al intendente, Gustavo Posse, a la presidente del Concejo, a los concejales, a monseñor Ojea, al rabino Benchimol y a Arturo Flier y a todo su equipo porque sin ellos no hubiera sido posible hacer esta actividad.”

Esta muestra nos presenta un momento particular, grave y doloroso de la historia de la humanidad. Se inicia el recorrido por los orígenes de eugenesia y las teorías pseudo científicas para, como decían los nazis, mejorar la raza, y que fueron la base para un plan criminal, el primer plan sistemático de exterminio de (Adolf) Hitler y de los nazis. Para poder realizarlo montaron todo un aparato de propaganda, formaron gente, profesionales de la salud, médicos, enfermeras, que traicionaron el juramento hipocrático para hacer todo lo opuesto.”

El programa de eutanasia fue impulsado y aprobado por el propio Adolf Hitler el 1º de Septiembre de 1939, el mismo día de la invasión nazi a Polonia, lo que marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Por este programa, al que se llamó Aktion T4, fueron asesinadas centenares de miles de personas que transitaban lo que los nazis llamaban "vidas que no eran dignas de ser vividas". “Afortunadamente no todos fueron indiferentes. La Iglesia se rebeló contra este programa criminal y en Agosto de 1941 el Clemens August von Galen, de Münster (N. de R.: beatificado en Octubre de 2005 por Benedicto XVI), denunció el programa de eutanasia como una ofensa para la humanidad y advirtió que iba a promover una rebelión entre los fieles, lo que provocó que los nazis cancelaran oficialmente el programa Aktion T4, "aunque continúo de forma clandestina".

Esto no fue un obstáculo para que en Enero de 1942 en el distrito berlinés de Vannsee la jerarquía del gobierno protocolizara su decisión de emprender lo que llamaron “la solución final” (Endlösung der Judenfrage), que no se detuvo hasta 1945, cuando concluyó el conflicto bélico internacional.

El rabino Abraham Benchimol dijo que por un principio judaico es importante recordar. "El valor de la vida, no importan en qué condiciones están, son seres humanos y merecen vivir. Son nuestros hermanos y nos debemos a ellos. La vida tiene un valor incalculable y debemos hacer todo por preservar la vida. El ser humano está compuesto de cuerpo y alma, somos una integración de ambas cosas, somos parte de Dios en la tierra. Quitar la vida es quitar a Dios del mundo", señaló categórico.

Seguidamente el obispo diocesano, monseñor Oscar Ojea, citó los conceptos del rabino sobre el valor de recordar diciendo que "recordar es 'volver a pasar por el corazón' por eso la muestra nos tiene que hablar al corazón. Es notable que el exterminio haya comenzado con este plan. Yo tengo un sobrinito (con Síndrome de) Down de quien he aprendido muchas cosas." Luego de hacer mención de que Dios creó las manos del hombre para servir y no para provocar daño, el obispo destacó que "es sutil el espíritu del mal y es importante desenmascararlo. Que esta muestra nos haga a todos más humanos, nos haga volver a nuestras raíces".

"La muestra –expresó el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse- nos va a permitir ratificar esta línea de un corazón sensible, que la memoria tiene que estar vigente, lúcida, y que lo que ocurrió tiene que ser estudiado, tiene que ser entendido. Estudiar dónde están esas debilidades en nuestra sociedad. Para nosotros es un honor que en este salón se desarrolle esta muestra cultural."


Widder, Ojea y Benchimol opinan sobre el aborto

Consultados por Portal UNO, el director para América Latina del Centro Simón Wiesenthal, Sergio Widder, el obispo de la diócesis de San Isidro, monseñor Oscar V. Ojea, y el director de Beit Jabad Zona Norte, rabino Abraham Benchimol, dieron su punto de vista sobre la brutal práctica que significa el aborto -promovida tan activamente como la eutanasia por el régimen de Hitler- en la actualidad. Curiosamente quien impulsó la muestra sobre el horror de la eutanasia no se mostró definido frente a tan aberrante práctica que destruye a un ser humano en el vientre materno.

- Portal UNO Argentina: De la misma manera que la eutanasia fue impuesta por el régimen nazi, fue Adolf Hitler el que promovió el aborto a muy poco de asumir su gobierno, el mismo que impuso el aborto en Polonia (aborto que después continuó con el régimen comunista), ¿Cuál es la reflexión que les merece a cada uno cuando hoy, 70 y 80 años después, la sociedad con tanta historia y, tal vez, con tanta memoria, quiere imponer el aborto como "derecho"? (*)

- Sergio Widder: Bueno, quizá quienes pueden dar una visión desde la fe son, eh...

- Portal UNO: No, no, desde el sentido práctico nada más.

- Sergio Widder: Diría que hay una serie de implicancias que son muy personales en cada uno. Que hay que poder ponderar las diferentes visiones que hay, los dramas sociales a los cuales se suele asociar y la verdad que son cuestiones que exceden por lo menos el marco del trabajo institucional nuestro. Por eso me permito dar la palabra a monseñor y al rabino, porque son quienes quizá pueden dar una respuesta más adecuada.

- Monseñor Oscar Ojea: Respetando las opiniones y la pluralidad en esto, nosotros los católicos creemos que la vida es un don de Dios, que está por encima de todo. Es un misterio, algo que nos trasciende. Entonces vivimos para servir a la vida. La vida, surja como surja, es como un océano. Uno le puede poner un dique al Lago San Roque, pero no al océano Pacífico. La vida está más allá y más arriba de todo lo que podemos pensar, incluso de nuestra libertad. Lo que sucede es que en la cultura en que vivimos la libertad está privilegiada sobre la vida.

- Rabino Abraham Benchimol: Yo también creo que la vida está por sobre todo. El feto que está adentro del vientre materno es una vida existente e indefensa y, por lo tanto, creo que el aborto es un acto criminal como matar a cualquier ser humano viviente en la calle. Es muy delicado el tema pero nosotros no estamos a favor del aborto, de ninguna manera, bajo ningún punto de vista. Si hay una vida hay que preservarla.

Monseñor Oscar Ojea: El respeto de la vida tiene que ser desde el comienzo, pasando por todas las etapas de su crecimiento, hasta la muerte natural. El compromiso con la vida es continuo. Acá de lo que se trata es que ha habido un régimen que agredió la vida en función de principios teóricos, indiscriminadamente, y con una crueldad espantosa como lo vemos en la muestra con el ensañamiento hacia los más débiles.

- Portal UNO: Lo que decía el representante del Centro Wiesenthal es que había en su momento signos, evidencias, que la sociedad no se percató la gravedad, a lo que se podía llegar. Hoy hay demasiada gente buscando, precisamente, que se considere el aborto como un derecho. ¿No estaremos también frente a signos o evidencias que nos estén anunciando algo grave y no estamos atentos?

Monseñor Oscar Ojea: Pienso que estamos en un momento cultural diferente. Hay cosas distintas, pienso que hay un crecimiento de la valoración y del lugar de la mujer en la vida. Ha habido una progresiva toma de conciencia de una cantidad de problemas sociales... Sin embargo, la Iglesia cree y va a seguir afirmando como un principio irrenunciable que el valor de la vida está por encima de todo. No podemos renunciar a esto frente a cualquier sistema cultural que se le anteponga.

- Rabino Abraham Benchimol: La vida está por sobre todo. No hay ningún otro valor, obviamente Dios, que esté sobre la vida y hay que respetarla desde sus inicios hasta el final de sus días. Sólo Dios da vida y sólo Dios la quita.


(*) El aborto fue introducido para las mujeres polacas por Adolf Hitler el 9 de marzo de 1943. Luego bajo otro régimen totalitario -el soviético- volvió a imponerse (Lenin era activo partidario del aborto) sesgando la vida de miles de polacos.

 
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