El ciclismo mejora el rendimiento cardiovascular, ya que aumenta el ritmo cardíaco y reduce la presión sanguínea, por lo que disminuye el riesgo de sufrir un infarto, reduce el colesterol malo (LDL) y aumenta el positivo (HDL) que es el que protege los vasos sanguíneos.
Pedalear es un excelente ejercicio para tonificar y fortalecer los músculos de las piernas, sin dañar las articulaciones, ya que no es necesario que las rodillas o los tobillos soporten el peso del cuerpo.
Luego de hacer una imprescindible consulta al médico -quien debería indicar estudios básicos de control- volcarse al ciclismo y practicarlo al ritmo adecuado puede quemar cerca de 600 calorías en una hora. Como toda actividad deportiva, andar en bicicleta (como deporte) relaja, reduce el estrés y todo el cuerpo se ve beneficiado.
Por supuesto, la práctica de este deporte es una excelente manera de disfrutar del medioambiente y de la compañía de amigos o familia.
Consejos importantes:
Elongar, antes y después de la práctica.
Acomodar el asiento para que la pierna no esté ni totalmente estirada ni muy flexionada.
Usar siempre casco y anteojos adecuados para proteger la vista de insectos u objetos extraños.
Considerar el uso de guantes si se piensa hacer trayectos largos.
No olvidar el celular por cualquier emergencia.
Evitar el uso de dispositivos de reproducción de música si se circula por zonas de tránsito. No escuchar bien que sucede alrededor puede ser de alto riesgo.
Colocar luces adelante y atrás (en lo posible intermitentes) para la circulación cuando cae el sol.
Llevar agua para hidratarse seguido.
Si se circula por calles comunes (no circuitos de gimnasia o zonas cerradas al tránsito) es fundamental respetar las normas de tránsito.
No acercarse a los autos. En ocasiones son imprevisibles las maniobras y las consecuencias pueden ser serias.